Recibió ayuda, comida, abrigo y se robó todo en la fundación que lo alojó
La Fundación Yo Soy Tu Voz denunció que un hombre al que habían recibido con comida, ropa y techo, terminó robando objetos esenciales del refugio. Piden ayuda para recuperar lo perdido y no perder la fe en seguir ayudando.
En pleno proceso de construir un refugio para personas en situación de calle, la Fundación Yo Soy Tu Voz sufrió un duro golpe: al hombre que alojaron con comida, ropa y un techo, les terminó robando. Un acto de solidaridad terminó en traición.
Según relataron los integrantes del proyecto, le brindaron una pequeña vivienda, alimentos y abrigo al hombre. Sin embargo, lejos de mostrar gratitud, desapareció llevándose un caloventor, un proyector y otros elementos esenciales para el funcionamiento del espacio solidario.
El caso generó conmoción en la comunidad. El protagonista del hecho fue identificado como Lucas Navia, una persona en situación de calle que había sido recibida por la fundación con la intención de darle una nueva oportunidad que no supo aprovechar.
La historia fue contada por la propia fundación a través de sus redes sociales, en un mensaje cargado de dolor e impotencia: "Estamos construyendo un lugar para ayudar a personas que quedan en estado de vulnerabilidad y se le dio un lugar a Lucas Navia, y nos robó".
Lo que más duele no es solo la pérdida de objetos, sino el impacto emocional en quienes entregan su tiempo y esfuerzo para tender una mano a quienes más lo necesitan.
"A este señor se le dio comida, una pequeña casa para vivir y alimentos y nos pagó robando. Por eso apelamos a que quien lo vea le diga que devuelva lo que no es suyo. La ropa y los alimentos que se los deje, pero que no sea tan mala persona y devuelva lo que tanto nos costó" añadieron con profunda tristeza desde la fundación.
Desde la fundación piden a la ciudadanía estar alerta por si alguien ofrece los objetos robados y apelan a la conciencia del ladrón: "Que se quede con lo que necesite para vivir, pero que devuelva lo que nos costó tanto conseguir para ayudar a otros".
Con esta experiencia amarga, crece la desconfianza y el temor a seguir ayudando, un daño difícil de reparar cuando la esperanza es el único motor para seguir.
Fuente: Medios.