La modalidad más común es el uso de inhibidores, aunque también es frecuente que los robos ocurran cuando los propietarios bajan a abrir el portón de su casa dejando el vehículo en marcha.
El trayecto transcurrió de manera aparentemente normal hasta que, al llegar a su destino, uno de los pasajeros sacó un arma blanca y amenazó al conductor exigiendo la entrega de la recaudación.