Pobreza que duele: se quedó sin lugar un refugio de Neuquén para personas en la calle
Son 33 personas que residen allí y buscan reinsertarse laboralmente en Neuquén. A diario llega más gente buscando un lugar para vivir.
El refugio neuquino Cura Gabriel Brochero se encuentra sobrepasado y aseguran que ya no pueden recibir a más personas. En este sentido señalaron que cada vez más gente llega a diario para recibir alimentos y un lugar para pasar la noche por el aumento de la pobreza en Neuquén y la crisis habitacional.
Quienes están al frente del establecimiento piden voluntarios y elementos de higiene para poder satisfacer las demandas más urgentes. También aseguran que dejó de ser un refugio para ser un hogar en el que las personas ya no van a buscar cobijo eventual sino que viven allí.
Son 33 personas en total las que residen pero constantemente llegan personas a golpear la puerta. "Hoy no tenemos posibilidad de nuevos ingresos", explicó a Mabel Zimmermann, coordinadora del lugar, a Canal 7.
Zimmermann aseguró que "constantemente llegan llamadas de las terminales por familias enteras en situación de calle, de los hospitales porque se presentan allí en busca de un lugar para dormir, o de alguna parroquia a la que llegan solicitando la ayuda del sacerdote".
Zimmermann explicó que hay muchas situaciones de hombres que llegan a Neuquén en busca de trabajo pero no lo consiguen por lo que tienen que gestionar pasajes de vuelta.
"Al principio sus expectativas son grandes y luego se dan cuenta que la realidad no es lo que ellos pensaban. Muchos regresan a sus lugares de origen otros se quedan a trabajar de lo que sea".
Parte de los "refugiados" con el staff y voluntarios del hogar Cura Brochero.
La mayoría de los varones que llegan a alojarse en el hogar rondan los 25 años y en algunos casos lo hacen luego de una travesía rutera, buscando un futuro en Neuquén y resultan víctimas de robo. "Llegan sin nada". La mayoría de las veces salen a la ruta a dedo para llegar hasta la capital de Vaca Muerta donde el horizonte laboral no es tan promisorio como pensaban.
El hogar trabaja en la reinserción social y productiva de los jóvenes que asisten y, en conjunto con empresas, buscan darle un horizonte laboral a personas en situación de calle.
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