La medida, que generó un fuerte rechazo en la región, fue postergada por tres meses tras la intervención del gobernador Rolando Figueroa. Mientras tanto, se abrirá una mesa de negociación para evaluar su impacto.
La eliminación de la barrera sanitaria tomó por sorpresa a los productores neuquinos, quienes alertan sobre posibles riesgos sanitarios y desconfían de un impacto positivo en los valores del asado.