Historia de mujeres que ganan terreno en el petrolero, un rubro dominado por varones
En una industria históricamente masculina, cada vez más mujeres se abren paso en el sector petrolero neuquino. Aun así, enfrentan desigualdades salariales, barreras culturales y el desafío de conciliar la maternidad con un entorno laboral exigente.
La industria del petróleo y gas en Neuquén -popularmente conocida como "el Qatar argentino"- es uno de los pilares económicos más importantes del país. Históricamente concebido como un espacio exclusivo para varones, este sector sigue arrastrando una cultura laboral fuertemente machista, donde la participación femenina todavía representa una minoría.
Menos del 18% de los puestos en el sector del petróleo son ocupados por mujeres. Las que logran ingresar deben enfrentarse a desigualdades estructurales, conciliación forzada entre vida personal y profesional, y un entorno poco preparado para la equidad.
No obstante, en los últimos 15 años se ha registrado un lento pero sostenido crecimiento de mujeres en distintos ámbitos de la actividad, desafiando estereotipos y abriendo caminos en roles que hasta hace poco eran impensados.
Si bien cada vez más mujeres acceden a empleos en el sector hidrocarburífero, algunas incluso en posiciones técnicas o de liderazgo, la desigualdad persiste.
Según datos del Ministerio de Trabajo de Neuquén y organismos nacionales del sector energético, la participación femenina oscila entre el 13% y el 18% del total de trabajadores en la industria, con apenas un 9% en cargos técnicos o jerárquicos.
A esto se suma una persistente brecha salarial, dificultades para el acceso a capacitaciones y escasas oportunidades reales de promoción.
Silvia Ferretti, es ingeniera química y jefa del laboratorio de fluidos de perforación en NOV Tuboscope, una de las tantas mujeres que lograron consolidar su carrera en este ámbito.
"En el ambiente del petróleo es más difícil. Hay otras exigencias: tiempos, preparación profesional, dedicación extra. Cuando ingresé en 2012, me encontré con un escenario donde tenía que demostrar constantemente que estaba a la altura".
Con una trayectoria previa en sectores industriales y mineros, Silvia encontró en la industria petrolera un nuevo desafío: ejercer liderazgo técnico en un entorno históricamente dominado por varones. Su testimonio ilustra cómo las mujeres deben esforzarse el doble para sostenerse y crecer profesionalmente.
Uno de los principales desafíos para muchas trabajadoras del sector es la incompatibilidad entre la maternidad y la dinámica laboral. Los horarios extensos, los traslados constantes y las exigencias de disponibilidad limitan la posibilidad de equilibrar vida familiar y desarrollo profesional.
Uno de los principales desafíos para muchas trabajadoras del sector es la incompatibilidad entre la maternidad y la dinámica laboral.
Esta realidad obliga a muchas mujeres a tomar decisiones que los varones no enfrentan, evidenciando una estructura laboral que aún no contempla la diversidad de experiencias.
Políticas públicas y acciones de inclusión
En los últimos años, tanto el Estado como el sector privado han comenzado a impulsar medidas para revertir esta situación. La Municipalidad de Neuquén, por ejemplo, otorgó becas a mujeres jóvenes para que estudien carreras vinculadas al petróleo, gas y energías renovables.
Por otro lado, organizaciones como la Society of Petroleum Engineers (SPE) impulsan desde su Comité de Diversidad e Inclusión programas educativos y de formación técnica destinados a mujeres y personas de diversas identidades de género, con el objetivo de ampliar la base de talento en el sector.
A pesar de los obstáculos, hay señales de cambio. Cada vez más mujeres asumen responsabilidades técnicas, participan en entrenamientos internacionales, lideran equipos y ocupan espacios de decisión.
Silvia, que hoy lidera desarrollos tecnológicos y tareas operativas en yacimientos, destaca: "Hay entrenamientos en el exterior que pueden durar hasta ocho semanas, con mucha presión y organización. No es fácil, pero hoy hay muchas más mujeres que cuando empecé".
Sin embargo, todavía son muy pocas las que llegan a los puestos más altos dentro de las compañías.
Hacia una industria más justa e inclusiva
El crecimiento de la participación femenina en el petróleo neuquino es una señal positiva, pero insuficiente. Para construir una industria verdaderamente equitativa, es necesario avanzar hacia transformaciones estructurales: licencias y apoyos reales a la maternidad, políticas de conciliación, igualdad salarial, formación con perspectiva de género, y acciones contra la discriminación y el machismo.
Fuente: Medios