El parador nocturno cerró sus puertas con balance positivo y pedidos de continuidad
Durante dos meses brindó refugio y contención a más de 500 personas en situación de calle. Voluntarios y referentes sociales destacaron los logros, pero advirtieron que la problemática requiere un abordaje integral y sostenido.
El domingo 31 de agosto dejó de funcionar el Parador Nocturno de la Ciudad Deportiva, un espacio que durante el invierno albergó a más de 500 personas en situación de calle. El cierre estuvo marcado por la gratitud, los testimonios conmovedores y también la incertidumbre sobre el futuro de quienes encontraron allí contención y abrigo.
Alejandro Riffos, voluntario de la organización Menos Bla, Más Amor, describió la jornada como "horas nostálgicas". Relató que muchos expresaron agradecimiento, pero también temor por no saber dónde dormirán. Uno de los testimonios que lo impactó fue el de un hombre que le dijo: "No sabés lo que es el frío acá, Ale. Dormir con seis frazadas y tener que salir a caminar para que se pase".
El balance del refugio mostró resultados concretos: no hubo víctimas fatales por frío en la ciudad, 40 personas consiguieron empleo (entre ellas una pareja que incluso se casó durante su estadía) y se fortaleció la solidaridad en la comunidad.
"La gente empezó a mirar distinto al que vive en la calle: dejó de verlo solo como un ladrón o un fisura, y lo reconoció como persona", señaló Riffos.
Este año no se registraron víctimas fatales por el frío.
Una radiografía social de la Ciudad
Según datos oficiales, el 74% de las 526 personas asistidas son neuquinas, lo que desmiente la idea de que la problemática se concentra en migrantes o personas de otras provincias.
Riffos insistió en que la experiencia dejó una "radiografía detallada" que debería impulsar políticas permanentes: "Si no se toman cartas en el asunto, el año que viene pueden haber 1200 personas en la calle. Neuquén todavía está a tiempo de frenar esto".
El voluntario remarcó además la importancia de sostener espacios de este tipo para descomprimir los refugios existentes y reclamó que el Estado asuma el desafío: "Es un problema que no genera ingresos, sino gastos, pero mucho más caros son después la delincuencia y las adicciones". "Hay que seguir de algún modo, con trabajo y con oportunidades", concluyó.
Fuente: Medios