El Gobierno dictó la conciliación obligatoria y frenó el paro petrolero en Vaca Muerta
La medida fue dispuesta por la Secretaría de Trabajo para suspender la huelga convocada por el gremio de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa. El sindicato reclama la reincorporación de trabajadores despedidos y denuncia una "reestructuración encubierta" en plena etapa de crecimiento productivo.
La Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, dependiente del Ministerio de Capital Humano, dispuso este martes la conciliación obligatoria para frenar el paro convocado por el Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa. La medida, que entrará en vigencia desde las 9 de la mañana del miércoles 30 de julio, busca "promover una solución pacífica al conflicto y garantizar la continuidad del servicio", según informó la cartera que encabeza Sandra Pettovello.
A través de un comunicado oficial, el Gobierno precisó que la resolución establece un período de conciliación de 15 días y remarcó la necesidad de "preservar la paz social y asegurar la continuidad de la producción en una actividad estratégica para el país, como es la explotación de petróleo y gas no convencional en Vaca Muerta".
En ese marco, se ordenó al gremio cesar toda medida de fuerza y garantizar la normal prestación de servicios mientras dure la instancia de negociación.
El comunicado del Gobierno.
Los motivos detrás del conflicto
Horas antes del anuncio oficial, el secretario general del gremio, Marcelo Rucci, había ratificado el paro previsto para el 30 y 31 de julio, en rechazo a despidos y suspensiones de operarios en medio de un escenario de alto crecimiento en la producción.
"Esto no es una crisis: es una decisión empresaria de dejar de ganar. Pero el costo lo pagan los trabajadores", denunció el dirigente.
Según Rucci, las empresas del sector avanzaron en la reducción de equipos sin contemplar las propuestas del gremio, que había planteado una solución transitoria hasta 2026, cuando se espera la entrada en operación de nuevos ductos que ampliarían la capacidad de transporte.
"Hemos intentado construir un puente al 2026 para sostener los puestos de trabajo, pero no fuimos escuchados", afirmó. Según datos del sindicato, ya se contabilizan 1.200 despidos y más de 2.000 suspensiones.
"Estamos hablando de trabajadores que están en sus casas cobrando apenas el básico. Y todos sabemos que eso es el preludio de nuevos despidos", advirtió Rucci. "No vamos a aceptar una negociación que no incluya a los compañeros. En el peor momento de la industria, los trabajadores estuvieron. Ahora que la industria crece, no pueden dejarlos afuera", subrayó.
Rucci había ratificado la medida de fuerza.
También apuntó contra la postura de las operadoras, a las que acusó de tener un doble discurso. "Los récords de producción que celebran existen gracias al esfuerzo de miles de trabajadores. Pero ahora deciden sacárselos de encima. Eso es un golpe muy duro", sostuvo.
Finalmente, el titular del sindicato petrolero con mayor representación en la cuenca neuquina fue contundente: "Vaca Muerta solo será sostenible si los trabajadores son parte del proyecto. Si no, la están rompiendo. Y si la tenemos que romper nosotros, lo vamos a hacer".
Un trasfondo de alta productividad y ajuste silencioso
El conflicto se da en un contexto de alta productividad en Vaca Muerta, que hoy aporta más del 60% del petróleo que se produce en el país. Sin embargo, detrás del crecimiento técnico se esconde una reestructuración laboral que ha encendido alarmas en el sector sindical.
Varias empresas han comenzado a reducir personal en áreas clave como perforación y terminación de pozos, alegando una menor cantidad de etapas operativas previstas para el segundo semestre del año. Esta decisión, que responde a criterios técnicos y comerciales, dejó sin tareas asignadas a cientos de trabajadores.
Desde el gremio califican esta etapa como una "transición mal gestionada", que no toma en cuenta la necesidad de sostener el empleo hasta que se concreten las obras de evacuación y transporte previstas para 2026.
De haberse concretado, la medida de fuerza hubiese paralizado gran parte de la actividad en Vaca Muerta, afectando tareas de producción, logística, transporte y mantenimiento, y alcanzando a más de 25.000 trabajadores representados por el gremio en la región.
Fuente: Medios