El cementerio de Neuquén como escenario de la quema de droga secuestrada
El municipio, la Justicia y el Ministerio de Seguridad firmaron un acuerdo para incinerar la droga secuestrada por microtráfico en los hornos del cementerio central. La medida busca garantizar la destrucción segura y definitiva de los estupefacientes.
La Municipalidad, la Justicia y el Ministerio de Seguridad firmaron un acuerdo para incinerar drogas secuestradas en causas de narcomenudeo. Utilizarán los hornos pirolíticos del cementerio, garantizando su eliminación segura y definitiva.
Este martes se selló el convenio entre el fiscal general José Gerez, el intendente Mariano Gaido y el ministro de Seguridad, Matías Nicolini. Cada institución asumirá un rol específico: la Municipalidad dispondrá de la infraestructura, Seguridad se encargará de los traslados y el Ministerio Público Fiscal organizará las fechas de destrucción.
Un acuerdo inédito contra el microtráfico
La medida fue presentada como un avance clave en la lucha contra el narcomenudeo a escala local. "Esta es una política pública que fortalece la articulación entre el Estado municipal, provincial y judicial", afirmó Gerez.
A su vez, Gaido remarcó que combatir el narcotráfico "es prioridad" y anticipó que continuarán ampliando este tipo de acciones conjuntas.
Por su parte, Nicolini destacó los logros de la provincia desde que tomó la conducción de las investigaciones por microtráfico y resumió el espíritu de la iniciativa con una frase contundente: "Droga que se quema, droga que no vuelve a la calle".
Un gesto con fuerte carga simbólica
La decisión de utilizar los hornos del cementerio central no solo responde a razones prácticas, sino que también envía un mensaje simbólico: la droga secuestrada tendrá un "final definitivo" en un lugar asociado con el fin de ciclo. Para muchos, es un gesto que refuerza la idea de sacar de circulación las sustancias ilegales de forma irrevertible.
De este modo, la capital neuquina fortalece su estrategia contra el microtráfico y marca un precedente: cuando se trata de destruir droga, hasta el cementerio puede convertirse en un aliado estratégico.
Fuente: Medios