Tras meses sin noticias, el joven tucumano que buscaban en Neuquén dio señales de vida
Gracias a la viralización en medios y redes sociales, Carolina logró reencontrarse con su hermano Jorge, un joven oriundo de Tucumán que había viajado a la provincia en busca de trabajo y del que no tenía noticias desde hacía ocho meses.
La difusión masiva de una búsqueda desesperada dio sus frutos. En menos de 24 horas, Carolina Albornoz logró saber del paradero de su hermano Jorge Adrián, con quien había perdido contacto desde septiembre de 2024. En ese entonces, fue la última vez que hablaron por WhatsApp. El joven tucumano había llegado a Neuquén por segunda vez en busca de trabajo, luego de haber perdido su empleo anterior en una empresa petrolera.
Con escasos recursos, Jorge volvió a la provincia y consiguió trabajo como sereno. En su último mensaje le aseguró a su hermana que estaba bien. Carolina le pidió que se cuidara.
Pero después, el silencio. Primero dejó de ver su foto de perfil, luego los mensajes no llegaban. Con el paso del tiempo, la preocupación se transformó en angustia.
Los hermanos habían perdido contacto hacía meses.
El miércoles por la tarde, Carolina decidió recurrir a los medios de comunicación. Viralizó la búsqueda con la esperanza de que alguien pudiera reconocerlo y ayudarla a encontrarlo. La respuesta fue inmediata: en menos de un día, recibió información clave de personas que lo habían visto. Finalmente, logró contactarse con él.
"Ya me comuniqué con mi hermano. Está trabajando mucho, pero lo más importante es que está bien. Estoy más tranquila", dijo Carolina.
Supo que Jorge había cambiado su número de teléfono, razón por la cual habían perdido el contacto. "Gracias a todas las personas que lo vieron y me llamaron", expresó con gratitud.
La búsqueda dio frutos: Jorge apareció.
Un caso que no es aislado
La historia de Jorge no es única. Muchos jóvenes llegan a Neuquén impulsados por la esperanza de un trabajo digno, atraídos por el auge de Vaca Muerta y la promesa de un futuro mejor.
Sin embargo, se enfrentan a una dura realidad: dificultades para conseguir vivienda, trabajos precarios, sueldos bajos y, en algunos casos, la indigencia.
Algunos, como Jorge, logran encontrar una oportunidad. Otros terminan viviendo en la calle, refugiándose en los andenes del Tren del Valle, en la terminal de ómnibus o en rincones poco visibles de la ciudad.
Varios jóvenes que limpian vidrios en las esquinas de la Avenida Mosconi podrían contar historias similares: sueños migrados, esfuerzos truncos, y una lucha diaria por sobrevivir.
Fuente: Medios
