El renacer de Alison Calfunao: habló por primera vez tras su doble milagro
Después de meses de silencio, la joven habló por primera vez tras una operación de rutina que terminó en tragedia: perdió una pierna y recibió un trasplante de corazón. Relató su dura recuperación, agradeció a quienes la acompañaron y dejó un mensaje profundo de fe, lucha y gratitud.
Alison Calfunao habló por primera vez tras meses de silencio, cirugías de altísimo riesgo y una recuperación que conmovió a toda la provincia de Neuquén. En diálogo con medios locales, la mujer relató cómo transita su proceso de sanación después de haber sufrido la amputación de una pierna y haber recibido un trasplante de corazón. Todo, a raíz de una intervención quirúrgica donde se investiga un posible caso de mala praxis.
"Todos los días le hablo al corazón. Le agradezco a la persona de donde vino y a su familia, porque me dieron la oportunidad de vivir. Es realmente un milagro", expresó Alison, conmovida.
De una operación de rutina a una cadena de complicaciones
Todo comenzó con una ligadura de trompas, un procedimiento ginecológico habitual. Pero algo salió mal. Lo que debía ser una cirugía de rutina derivó en una serie de complicaciones médicas: primero la amputación de una pierna, luego la necesidad de un trasplante cardíaco para seguir con vida.
Hoy, tras recibir el alta del Hospital Italiano de Buenos Aires, Alison se encuentra en el centro de rehabilitación Araucaria, dando los primeros pasos (literal y simbólicamente) de su nueva vida.
"Estoy en un centro de rehabilitación. A las 9 arranco el gimnasio, empezamos con la prótesis, adaptando la pierna y el cuerpo", contó con determinación.
Realiza sesiones intensivas dos veces por día. Según sus médicos, su evolución es positiva, especialmente desde lo cardiológico.
Sueña con volver a casa
Su principal objetivo ahora es regresar a Neuquén, pero quiere hacerlo con seguridad y en buen estado de salud. "Quiero irme tranquila, sabiendo que voy a estar bien. Hacer las cosas como corresponde", dijo, calculando que aún le restan al menos dos o tres meses más de rehabilitación.
Durante todo este proceso, sus hijos y su familia han sido un pilar fundamental. "Cuando estoy triste, que a veces pasa, mis hijos me sacan a flote", relató.
La causa judicial y una deuda pendiente
Aunque la causa judicial por mala praxis sigue su curso, Alison elige por ahora no concentrarse en eso. Asegura tener muchas preguntas, pero prefiere enfocarse en lo inmediato: sanar, adaptarse y reconstruir su vida.
Agradecimientos, fe y fortaleza
Durante la entrevista no dejó de agradecer a quienes la sostuvieron: médicos, enfermeros, su familia, personas que rezaron por ella o le enviaron palabras de aliento. "Gracias a todos los que oraron por mí. Mandaron fuerzas que sirvieron un montón", dijo emocionada.
Ya pudo reencontrarse con sus hijos y espera que pronto puedan acompañarla más cerca. "Tengo días en los que decaigo, pero generalmente estoy bien", reconoció, con la honestidad de quien vive un proceso tan complejo como inspirador.
Un testimonio que trasciende
Es la primera vez que Alison habla con los medios. Su voz no fue la de una víctima, sino la de una mujer fuerte, agradecida y valiente. No buscó compasión ni culpables, sino compartir su historia desde la claridad, la fe y el amor por la vida.
Su caso pone en evidencia no solo las deudas del sistema de salud, sino también el poder de la solidaridad, la familia y la esperanza. Alison está viva. Y como ella misma dice: eso ya es un milagro.
Fuente: Medios