El Gobierno nacional privatiza las represas del Comahue: qué ganan Neuquén y Río Negro
Las provincias cobrarán un canon por uso del agua e incorporarán criterios de gestión conjunta. La Nación busca sumar dólares para el Banco Central con una concesión de 30 años.
El ministro de Economía, Luis Caputo, anticipó este martes, que podrían ingresar al Tesoro entre USD 400 y USD 500 millones por la licitación de las represas del Comahue, cuya concesión actual regía desde los '90 y vence a mediados de agosto. El Gobierno publicará en los próximos días los pliegos para vender el paquete accionario y avanzar en la privatización.
La medida incluye la licitación del paquete accionario y la concesión por 30 años de las centrales Alicurá, El Chocón-Arroyito, Cerros Colorados y Piedra del Águila, cuya actual concesión vence en agosto.
El proceso apunta a sumar divisas al Banco Central y forma parte del programa de estabilización económica que impulsa el Gobierno.
Las represas, concesionadas originalmente en 1993 durante el proceso de privatizaciones de los años noventa, son actualmente operadas por AES, Enel, Aconcagua Energía y Central Puerto, y en conjunto aportan entre el 10% y 15% de la matriz energética nacional.
Canon del 1% y gestión compartida para Neuquén y Río Negro
El anuncio del Gobierno nacional generó fricciones con Neuquén y Río Negro, que exigieron mayor participación por tratarse de recursos naturales propios. Tras negociaciones, y con la firme postura del gobernador Rolando Figueroa de defender los intereses provinciales, se alcanzó un acuerdo que permitió avanzar con la licitación.
El entendimiento incluye el cobro de un canon del 1% para cada provincia por el uso del agua con fines hidroeléctricos, un mecanismo que no estaba contemplado en las concesiones actuales. Además, las provincias exigieron que se incorporen criterios de administración conjunta y se respete su rol en la gestión de los recursos hídricos.
Avanza la licitación con foco en el control ambiental
La Secretaría de Energía está elaborando los pliegos de licitación, que serán publicados en los próximos días. El esquema prevé la venta de las acciones de las empresas que actualmente operan las centrales, a través de un proceso público de adjudicación que concluiría antes del vencimiento de las concesiones, previsto para el 11 de agosto.
El modelo replicaría el esquema de los años 90: concesión privada con control estatal. El nuevo marco regulatorio podría incorporar condiciones ambientales más estrictas, incluyendo mecanismos de evaluación del impacto ambiental, regulación de los embalses y compensaciones a las provincias por posibles externalidades.
La transición entre las operadoras actuales y las nuevas requerirá una coordinación técnica para asegurar la continuidad del servicio eléctrico y la administración de los caudales, clave para la región.
Impacto regional
Neuquén, al igual que Río Negro, no recibirá directamente parte de los ingresos que ingresarán al Tesoro Nacional por la venta de los activos, pero sí se beneficiará con el nuevo canon por uso del agua y con la posibilidad de participar en la gestión conjunta.
La redefinición del esquema de control también abre un espacio para que la provincia tenga mayor injerencia en el manejo ambiental de las cuencas y en la planificación energética a largo plazo, una cuestión clave para una región con fuerte potencial hidroeléctrico.
Fuente: Medios.