Autorizan el ingreso de asado con hueso a la Patagonia: ¿cómo se aplicará la medida?
El Gobierno nacional publicará este viernes una resolución que autoriza el ingreso de cortes con huesos planos a la Patagonia. La medida, resistida por productores y gobernadores del sur, reaviva la polémica por el estatus sanitario de la región.
El Gobierno nacional habilitará, de manera parcial, el ingreso de carne con hueso a la región patagónica desde zonas del país donde la fiebre aftosa está controlada mediante vacunación. La medida será oficializada este viernes a través de una resolución del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), y representa un cambio significativo que genera preocupación por su posible impacto en el estatus sanitario histórico de la Patagonia.
La autorización permitirá el traslado de cortes con huesos planos -como asado, costilla y esternón- bajo estrictas condiciones sanitarias. Entre los requisitos se incluye la maduración de la carne, el control del pH, un tipo de empaque específico y la trazabilidad del origen de los animales. En cambio, los cortes con huesos largos, como el osobuco o el lomo con hueso, seguirán prohibidos.
La medida genera un fuerte rechazo en la región patagónica. Las asociaciones rurales ya se manifestaron en contra y esperan ver si finalmente aparece en el Boletín Oficial el levantamiento anunciado por la gestión de Javier Milei, una medida que generará una crisis importantísima en el sector.
En este tiempo, afirmaron que es un paso atrás, tanto en lo sanitario como en lo comercial, y que podría afectar la competitividad del sistema ganadero patagónico. También advirtieron que esto podría traer problemas con los mercados que hoy valoran el estatus sanitario especial de la región.
Condiciones y alcance de la medida
En relación a eso, se establecen requisitos sanitarios muy estrictos: la carne deberá provenir de animales nacidos, criados y faenados en zonas libres con vacunación, pasar por plantas habilitadas y cumplir con controles de pH, maduración, trazabilidad y transporte en vehículos autorizados. No se permitirá el ingreso de huesos largos, carne congelada, ni medias reses o animales enteros.
La decisión modifica una política vigente desde 2002, cuando la Patagonia fue declarada zona libre de aftosa sin vacunación. Desde entonces, estaba prohibido el ingreso de carne con hueso desde el norte del país, incluso de zonas con vacunación y aval sanitario internacional.
Mediante la Resolución 460/2025, que deja sin efecto la Res. 180/2025 previamente prorrogada, se redefine el marco sanitario para el ingreso de carne con hueso a la región Patagónica %uD83D%uDC49 habilita únicamente el ingreso de cortes con hueso plano y entra en vigencia a partir de hoy. pic.twitter.com/TUZEImlzS1
— Senasa Argentina (@SenasaAR) June 27, 2025
La flexibilización de la barrera dictaminada por el SENASA no solo es una derrota para los productores y la industria ganadera de la Patagonia, sino también para los gobernadores de Río Negro y Neuquén quienes rechazaban estas modificaciones poniéndose al frente de los reclamos ante Nación.
El Gobierno aclaró que esta no es una apertura general de la barrera sanitaria, sino una excepción específica, bajo protocolos técnicos puntuales.
Las plantas frigoríficas que quieran enviar asado a la región deberán pedir autorización especial y cumplir con monitoreos documentales, inspecciones presenciales y controles de temperatura.
Además, cada envío deberá estar identificado físicamente para asegurar que el producto llegue directamente al punto de venta sin desvíos.
Río Negro es el principal productor de carne de vaca de la Patagonia, con casi 700 mil cabezas. Al no haber aftosa y no utilizar vacunas, permite que los frigoríficos de la provincia exporten cortes a distintos lugares del mundo. El ingreso de carne con hueso desde Brasil con el argumento de que cuenta con el mismo estatus del sur del río Colorado, fue el primer paso que dio Nación para flexibilizar la barrera.
Consultas internacionales
Antes de avanzar con la medida, el Gobierno consultó con las autoridades sanitarias de Chile y de la Unión Europea, principales socios comerciales en productos cárnicos. Según fuentes oficiales, no hubo objeciones, lo que allanó el camino para la implementación.
Fuente: Medios.