TGS busca duplicar el transporte de gas en Vaca Muerta
La empresa anunció un ambicioso plan para duplicar la capacidad del Gasoducto Perito Moreno y lanzar un megaproyecto de midstream en Vaca Muerta, con inversiones que superarían los 1.500 millones de dólares.
Transportadora de Gas del Sur (TGS) puso sobre la mesa un ambicioso plan que busca duplicar la capacidad de transporte de gas y dar un salto decisivo en el desarrollo del midstream en Vaca Muerta. En la Argentina Oil&Gas 2025, el CEO de la compañía, Óscar Sardi, detalló que el proyecto demandará inversiones por entre 750 y 800 millones de dólares para ampliar el Gasoducto Perito Moreno, ex GPNK, y ejecutar obras complementarias dentro del sistema, con un plazo de finalización previsto antes de 2027.
El gasoducto actualmente transporta 21 millones de metros cúbicos diarios y con la ampliación sumaría 14 millones más, de los cuales 12 millones abastecerían al Gran Buenos Aires a través de la red de TGS y 2 millones llegarían a Bahía Blanca.
Sardi, en diálogo con Más Energía, destacó que la obra "se paga sola en un año" por el ahorro en importaciones, calculado en unos 700 millones de dólares anuales, además de beneficios fiscales que superarían los 400 millones.
El desafío no es únicamente técnico. Para el CEO, la clave está en generar condiciones de estabilidad y previsibilidad que permitan rentabilizar proyectos de esta magnitud. "Argentina tiene recursos, ahora hay que dar las condiciones para atraer inversiones", señaló.
En la Argentina Oil&Gas 2025, el CEO de la compañía, Óscar Sardi, detalló que el proyecto demandará inversiones por entre 750 y 800 millones de dólares.
Junto a esta ampliación, TGS avanza en un mega plan de midstream para transformar el tratamiento del gas no convencional. Tras más de 700 millones de dólares invertidos en caños y plantas de acondicionamiento, la compañía proyecta pasar al procesamiento de gas rico en líquidos. El objetivo es procesar 43 millones de metros cúbicos diarios y recuperar 8.000 toneladas por día de propano, butano y gasolina, que serían fraccionadas en Bahía Blanca y, en buena parte, exportadas.
El plan incluye la construcción de un poliducto de 600 kilómetros que, en el futuro, también podría transportar etano, abriendo la puerta a nuevos mercados como Estados Unidos. "Argentina no puede seguir perdiendo valor inyectando gas rico sin procesar", subrayó Sardi.
El tiempo es un factor crítico. Según proyecciones, la producción de petróleo en Vaca Muerta podría escalar a entre 1,3 y 1,5 millones de barriles diarios, lo que generará entre 40 y 50 millones de metros cúbicos adicionales de gas asociado. Sin infraestructura para transportarlo y procesarlo, el crecimiento podría verse frenado.
Con inversiones que superarían los 1.500 millones de dólares entre la ampliación del Perito Moreno y el desarrollo del poliducto, TGS busca consolidarse como un actor central en la estrategia energética nacional.
El camino, advirtió Sardi, dependerá de la capacidad del país para coordinar proyectos, integrar esfuerzos y brindar seguridad jurídica. "Lo importante es empezar hoy. El gas argentino tiene futuro, pero necesita infraestructura y decisiones rápidas para que Vaca Muerta despliegue todo su potencial", concluyó.