Érika Méndez: la primera directora del Hospital Heller elegida por concurso
Con más de 30 años de trayectoria en la salud pública, la nueva directora busca acercar los servicios a los barrios más vulnerables y fortalecer los equipos de atención.
Érika Méndez, licenciada en Enfermería, asumió recientemente la dirección del Hospital Heller, ubicado en la zona más densamente poblada de Neuquén capital. Desde el 4 de julio, su llegada marca un cambio significativo en la conducción del centro de salud, con una mirada enfocada en el acceso, la equidad y las necesidades reales de los barrios vulnerables.
Aunque cuenta con una extensa trayectoria en el sistema público de salud de la provincia, Méndez no había trabajado previamente en el Heller. En su último cargo, desempeñado en el centro de salud del barrio Almafuerte, logró extender el horario de atención para garantizar el acceso de los vecinos, antes limitado a franjas muy reducidas.
"En enero comenzamos con esto de la modalidad de atención de lunes a lunes, de 8 a 20 horas, con prestaciones de medicina general, de enfermería, de farmacia y gestión de pacientes. Y esto generó un impacto muy importante en la comunidad, porque realmente creó acceso a la salud", explicó.
"Antes la farmacia cerraba antes de las 4 de la tarde, entonces no llegaba la gente. Muchas personas abandonaban su tratamiento por esto", agregó.
Una dirección elegida por concurso y un desafío colectivo
Para Méndez, el hecho de haber accedido al cargo por concurso representa un paso importante en la historia del hospital. Es la primera vez que la dirección del Heller se define por esta vía, rompiendo con la lógica de designaciones políticas.
"Llegó con muchas expectativas porque es la primera vez que se concursa el cargo de dirección del Hospital Heller desde su fundación", señaló, y valoró que por primera vez se habilitara la participación de profesionales de la salud que no fueran médicos u odontólogos.
El paso hacia la conducción fue algo que se fue gestando con el tiempo, no era una meta personal concreta. Sin embargo, su vocación de trabajar en equipo, junto al impacto que dejó la pandemia en los equipos de salud, fue clave en su decisión.
"Salud ha estado atravesando situaciones difíciles. La pandemia nos golpeó profundamente y rompió equipos de trabajo", reflexionó.
Además, agregó: "Socialmente se ve mal, pero hay heridas que todavía no se han curado. Y eso también me motivó: tengo empeño, cariño por la comunidad, por mis compañeros y principalmente por mi profesión".
Salud pública con una mirada integral
Con su experiencia en el barrio Almafuerte, Méndez considera que el abordaje de la salud en sectores vulnerables requiere más que atención médica: implica leer las necesidades económicas, sociales y emocionales que afectan directamente al bienestar físico.
"Es una zona complicada en el sentido de que tiene muchas necesidades socioeconómicas y a eso agregarle los problemas de salud que tienen, que son importantes algunos", explicó.
"Estamos trabajando en un ambiente hostil en algún punto, porque hay otras áreas que no acompañan las necesidades de la gente. La gente necesita una casa, alimento, trabajo... y eso deteriora su salud", apuntó.
Los ejes de gestión que proyecta para el hospital
Méndez reconoció el trabajo que ya se viene haciendo en el Heller, pero advirtió que será necesario fortalecer áreas sensibles, ampliar turnos y analizar los recursos humanos para responder mejor a la demanda.
"Lo que vamos a hacer es mejorar algunas cuestiones que hoy, por diferentes motivos, se han debilitado en lo que es la prestación de los servicios", indicó.
Entre sus objetivos inmediatos está ampliar la atención ambulatoria, agilizar las cirugías programadas y reforzar el equipo en áreas críticas.
Una trayectoria de compromiso con la salud pública
Oriunda de San Martín de los Andes, Méndez estudió Enfermería en el Hospital Británico de Buenos Aires, ya que en ese momento la carrera no existía en la Universidad del Comahue. Regresó a su ciudad en 1992 y comenzó su carrera profesional en el Hospital Ramón Carrillo.
En 2011 ganó un concurso para ocupar la jefatura de Gestión de Cuidado en el Hospital Castro Rendón, en Neuquén capital, donde trabajó varios años. Allí también dejó su impronta, impulsando una visión científica y empática de la enfermería, en especial dentro del quirófano.
Fuente: Medios.