El Gobierno minimizó la marcha por Cristina y cuestionó a los convocantes

Mientras cientos de personas se congregaban en Plaza de Mayo para respaldar a Cristina Fernández de Kirchner tras su condena, el Gobierno nacional reaccionó con indiferencia y relativizó tanto la magnitud como el impacto político de la protesta.

"Fue el tren fantasma de siempre", ironizó un colaborador libertario en diálogo con medios nacionales, al referirse a los referentes del peronismo que participaron del acto. 

Desde la Casa Rosada desestimaron las cifras de asistencia difundidas por los organizadores -que hablaron de un millón de personas- y sostuvieron que no se superaron las 50 mil. "Fue como llenar una cancha de Huracán", minimizaron.

Otro funcionario del entorno presidencial reforzó esa mirada: "No fue una marcha multitudinaria, participaron los de siempre más algunos intendentes. Nada que nos preocupe".

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, también se refirió al tema y apuntó directamente contra la expresidenta: "Cristina siente que perdió el liderazgo político y el kirchnerismo está en franca decadencia. Busca volver al centro de la escena, pero ayer mostró todo lo que hoy puede movilizar: no mucho".

Bullrich aseguró haber monitoreado personalmente la movilización junto con las fuerzas de seguridad y destacó que se desarrolló sin incidentes, tal como -según dijo- había sido la instrucción de la propia Cristina Kirchner. 

"Habló de ‘democracia sin violencia' y se presentó como víctima, como parte de una estrategia", sostuvo la ministra de Seguridad.

En esa línea, sentenció que su capacidad de convocatoria resulta "muy pobre" pensando en una elección donde votan millones de argentinos. "Hasta contamos a los que estaban en sus casas: en el pico hubo 48 mil personas", afirmó Bullrich.

Aunque desde el oficialismo evitaron referirse en profundidad a la condena dictada contra la exmandataria, dejaron en claro que su inhabilitación no altera la hoja de ruta de La Libertad Avanza.

El Gobierno mantuvo su agenda habitual

En paralelo a la movilización, el Gobierno retomó su agenda institucional tras días de bajo perfil. 

El vocero presidencial, Manuel Adorni, volvió a dar su conferencia de prensa después de casi tres semanas, mientras en Casa Rosada se reactivaba la mesa chica liderada por Karina Milei. Junto a Guillermo Francos, Santiago Caputo, Lisandro Catalán y Eduardo "Lule" Menem, la hermana del Presidente se reunió para analizar el nuevo escenario político y ajustar el rumbo de gestión.

La versión peronista de la marcha

Este miércoles, la Plaza de Mayo se llenó y lo mismo se replicó en varias ciudades del país: el peronismo y fuerzas afines mostraron su capacidad de movilización en respaldo a Cristina Fernández de Kirchner, un día después de que se le otorgara prisión domiciliaria en el marco de la causa Vialidad, en la que fue condenada a seis años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos.

Durante la jornada, la ex mandataria habló en dos mensajes -uno grabado y otro en vivo desde su hogar en Constitución- en los que denunció una proscripción política.

"Pueden encerrarme a mí, pero no van a poder encerrar a todo el pueblo argentino". Además, advirtió que el modelo económico del presidente Javier Milei "se cae" y llamó a la militancia a "organizarse para clarificar".

Según los organizadores, más de 500.000 personas se congregaron en la histórica plaza para rechazar lo que califican como una persecución judicial.

Entre los dirigentes presentes estuvieron el gobernador bonaerense Axel Kicillof; el líder del Frente Renovador, Sergio Massa; el diputado Máximo Kirchner; y la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, entre otros referentes del peronismo y de agrupaciones sociales, sindicales y de derechos humanos.

"Es un golpe de autoritarismo", definió Kicillof sobre la condena contra la ex presidenta, acompañado por intendentes y funcionarios provinciales. Massa, por su parte, compartió imágenes de su presencia con el mensaje: "Donde hay que estar".

En paralelo, miles de personas se manifestaron frente al domicilio de Fernández de Kirchner en Constitución, donde cumple prisión domiciliaria. También hubo concentraciones en Rosario, Mar del Plata y en La Rioja, donde el gobernador Ricardo Quintela encabezó un acto en el Parque de las Juventudes.

En Argentina se vive un tenso clima político

La movilización se dio en un clima de creciente tensión política, y en un momento en el que sectores del oficialismo discuten una posible lista de unidad de cara a las elecciones legislativas de septiembre.

Para Cristina Kirchner y sus seguidores, la condena es parte de un intento de apartarla de la vida política. Para sus detractores, se trata del cumplimiento de un fallo judicial por hechos de corrupción.

La causa Vialidad, por la que fue condenada, investiga presuntas irregularidades en la adjudicación de obras públicas durante su mandato en Santa Cruz. El fallo aún no está firme y se espera que la defensa apele ante instancias superiores.

Fuente: Medios