Figueroa presentó reformas históricas para enfrentar el delito y proteger a la comunidad
Con cuatro nuevas normas, la provincia renueva su sistema de seguridad: se incluye la figura de reiterancia delictiva, nuevas herramientas para combatir el narcomenudeo y una Policía con perspectiva de derechos humanos y género.
El gobernador Rolando Figueroa volvió a marcar el camino de la política neuquina con un paquete de reformas clave que transforman de manera integral el sistema de seguridad pública de la provincia. Las iniciativas responden a las nuevas exigencias sociales y proponen un enfoque federal y participativo en la construcción de soluciones.
Fruto del trabajo conjunto entre el Poder Ejecutivo y el interbloque legislativo Neuquinizate, la Legislatura sancionó cuatro leyes esenciales: la modernización de la estructura policial, el fortalecimiento de la lucha contra el microtráfico, la incorporación de la reiterancia delictiva como causal de prisión preventiva en el Código Procesal Penal y la creación de Consejos Regionales para descentralizar las estrategias de seguridad y adaptarlas a cada zona de la provincia.
Medidas concretas
Entre las reformas aprobadas, una de las más reclamadas por la sociedad es la incorporación de la reiterancia delictiva como motivo para dictar prisión preventiva.
Con esta medida, el gobierno de Figueroa busca dar respuesta a una preocupación creciente en la ciudadanía: la sensación de impunidad y el deterioro de la convivencia social. A partir de ahora, quienes reincidan en delitos podrán ser detenidos de manera preventiva sin que sea necesario demostrar riesgo de fuga o entorpecimiento de la investigación.
Otra de las normas clave modifica el Código Procesal Penal para dotar al sistema judicial de nuevas herramientas frente al microtráfico, un delito que desde hace poco es competencia provincial. Se habilita el uso de allanamientos nocturnos sin fiscal presente, denuncias anónimas, y figuras clave como el "agente revelador" y el "informante", además de extenderse los plazos de detención a 48 horas. Una medida concreta frente a uno de los flagelos que más daña a nuestras comunidades.
Una Policía moderna y con mirada humana
Con una fuerte impronta institucional, el gobernador Figueroa envió también la nueva ley orgánica de la Policía, una reforma largamente postergada que deja atrás normativas desactualizadas y le otorga a la fuerza un marco legal en línea con los tiempos que corren. La ley deroga las antiguas leyes 715 y 2081 y establece nuevas reglas de funcionamiento, respeto a los derechos humanos y perspectiva de género.
Entre los avances más destacados se encuentran la eliminación del arresto como castigo interno, la incorporación de licencias familiares y un régimen jubilatorio diferenciado para el personal civil. Además, se prevé una estructura más ágil, con superintendencias especializadas y direcciones regionales que acercan la gestión policial a cada rincón del territorio.
"El gobernador tuvo una mirada integral: no se trata solo de más policías, sino de una institución más preparada, más humana y acorde a los nuevos paradigmas jurídicos", destacó el ministro de Seguridad, Matías Nicolini.
Seguridad con identidad local
El gobernador apuesta a la conformación del Consejo Provincial de Seguridad Ciudadana y de Consejos Regionales, herramientas que permitirán adaptar las políticas preventivas y de respuesta a las necesidades específicas de cada zona de Neuquén.
Este modelo territorial propone dejar atrás soluciones únicas para avanzar hacia una política flexible y participativa, construida a partir de diagnósticos locales, escucha activa y trabajo articulado con municipios y comunidades.
Una política de Estado con visión de futuro
Con estas cuatro leyes, el gobierno de Rolando Figueroa consolida una política de seguridad con vocación de transformación, que pone a la provincia a la vanguardia en materia legislativa y operativa. Se trata de un paso firme hacia un Estado más ágil, más presente y más consciente de las nuevas complejidades sociales.
En tiempos de incertidumbre, Neuquén demuestra que con liderazgo, consenso político y sensibilidad social, se puede construir un presente más seguro y un futuro más justo.
Fuente: Medios.