Fuerte denuncia contra un juez por no cumplir con la cuota alimentaria
La mujer afirma que, tras la separación definitiva en 2022, el magistrado dejó de aportar económicamente para su hijo menor. La causa está judicializada, pero aún no hay una resolución ni un monto fijado.
Una mujer denunció públicamente que su ex pareja, un juez de la Justicia neuquina, se niega a pagar la cuota alimentaria correspondiente a uno de sus hijos en común. Asegura que, tras más de un año de intentos fallidos de diálogo y sin un acuerdo voluntario, se vio obligada a iniciar una demanda judicial para cubrir las necesidades básicas del niño, que vive con ella.
"El desgaste fue total. Tuve que rogarle durante meses. Ya no podía sostener más la situación con mi salario", expresó la mujer.
El caso se encuentra en un Juzgado de Familia, aunque todavía no se ha fijado un monto oficial. La mujer afirma que la demora en el proceso la ha dejado en una situación de vulnerabilidad económica y emocional. "Cuando nos separamos, él se quedó con todos los bienes. Yo, con los chicos, quedé literalmente en la calle. Hoy dependo de ayuda externa para pagar el alquiler", explicó.
La pareja tuvo dos hijos y mantuvo una relación intermitente que terminó definitivamente en 2022. Durante la primera separación, habían logrado acordar una cuota alimentaria que fue homologada por la Justicia. Sin embargo, al retomar la convivencia, ese acuerdo quedó sin efecto.
Tras la última ruptura, la mujer recibió apenas una colaboración informal por parte del juez -según relata-, hasta que incluso esa ayuda desapareció. La demanda formal por alimentos fue presentada en 2024, y recién en mayo de este año se realizó la primera audiencia de conciliación, sin resultados. Según contó, ante la propuesta de fijar un monto provisorio, el juez respondió: "Yo esa plata no la tengo".
Dado que no hubo acuerdo, la causa irá a juicio, lo que supone una nueva postergación en la resolución del conflicto.
Además del reclamo económico, la mujer denunció que existen medidas judiciales vigentes que le prohíben al magistrado ejercer violencia o intimidación, a raíz de una denuncia previa. También contó que uno de sus hijos, que aún vive con ella, se niega a tener contacto con su padre: "Hace tres meses que no lo ve. No quiere ir a comer ni dormir a su casa".
En medio de la angustia, la mujer expresó que recién ahora se anima a hacer pública la situación. "Durante mucho tiempo tuve miedo. No estaba emocionalmente preparada para enfrentar esto. Pero ya no puedo seguir callando. Tengo que pedir ayuda porque sola no puedo más", señaló.
Y concluyó: "Entiendo que el sistema tiene sus tiempos, pero no puede ser que después de un año siga igual, endeudándome para mantener a mi hijo mientras él no paga nada".
Fuente. Medios