Manejaba borracho y con un "ruedín": terminó incrustado contra un poste en Centenario
Un joven de 20 años, con 0,86 de alcohol en sangre, perdió el control de su auto y chocó en el Casco Viejo. Fue rescatado por Bomberos y trasladado a Neuquén con graves lesiones.
La noche del lunes terminó en tragedia en el Casco Viejo de Centenario, cuando un joven de 20 años, en estado de ebriedad, chocó a toda velocidad a bordo de un Chevrolet Prisma gris. Con dos compañeros de trabajo como acompañantes, perdió el control y terminó incrustado contra un poste de alumbrado, dejando el vehículo reducido a un amasijo de hierros.
Vecinos relataron que el auto circulaba a gran velocidad hasta que, de repente, una nube de polvo cubrió la calle seguida de un estruendo. En un primer momento creyeron que había ciclistas involucrados, pero luego se confirmó que las bicicletas halladas eran de los propios ocupantes del vehículo.
Vecinos relataron que el auto iba a gran velocidad.
Desde un instituto de inglés, ubicado frente al lugar del siniestro, señalaron que el poste de luz evitó que el auto impactara contra el edificio, donde a esa hora suelen esperar padres y alumnos.
"Hace años pedimos reductores de velocidad y sendas peatonales en esta zona", advirtieron.
La policía constató que el conductor tenía 0,86 gramos de alcohol en sangre y que circulaba a gran velocidad con un neumático de auxilio tipo "ruedín", diseñado solo para trayectos cortos y a bajas velocidades.
El joven quedó atrapado entre los hierros y fue rescatado por Bomberos Voluntarios. Luego fue trasladado de urgencia al hospital Castro Rendón de Neuquén con graves lesiones en sus piernas. Sus acompañantes, de 21 y 28 años, fueron atendidos en Centenario y resultaron fuera de peligro.
El episodio volvió a encender la bronca en la localidad: un conductor alcoholizado, con un neumático en mal estado y a toda velocidad, puso en riesgo su vida, la de sus amigos y la de cualquier persona que pudiera cruzarse en su camino.
Fuente: Medios