Fuga de la Cárcel U22: se escapó un preso y deja una foto amenazante que acorta su libertad

Pablo Alberto Soto, un preso de la Unidad 22 de Cutral Co, se encuentra prófugo tras siete años de reclusión por un robo con abuso de armas. La Policía está tras sus pasos, mientras que su expareja, quien recibió una amenaza a través de WhatsApp, está ahora bajo custodia policial.

Soto, de 31 años, tenía una condena vigente hasta 2028. El domingo pasado, logró escapar de la cárcel atravesando y cortando tres cercos perimetrales en un punto ciego de la prisión. 

Los investigadores creen que recibió ayuda externa, ya que las herramientas necesarias para cortar los cercos no son fáciles de conseguir dentro del penal. Además, los rastros encontrados en la cerámica Stefani refuerzan la hipótesis de que alguien facilitó su fuga.

La situación de las cárceles en Neuquén es crítica, con incidentes recientes en la misma U22, en la U12 y en una alcaidía de Centenario, lo que refleja un sistema penitenciario al borde del colapso debido al hacinamiento.

La foto amenazante que revela pistas

Durante su fuga, Soto envió una foto a su expareja, junto con una amenaza de muerte, en la que aseguraba que volvería a Neuquén para matarla a ella y a su familia. Este mensaje llevó a las autoridades a asignarle custodia policial permanente.

La foto que Soto envió podría ser clave en su recaptura, ya que los investigadores de la comisaría 14 de Cutral Co creen que ofrece indicios de su posible destino: la dirección hacia Zapala. Esto abre la posibilidad de que intente cruzar hacia Chile por uno de los numerosos pasos clandestinos a lo largo de la cordillera. 

Sin embargo, si planea regresar a Neuquén para cumplir su amenaza, enfrentará un recorrido largo y complicado, con numerosos controles en el camino.

Soto, quien había sido trasladado a la U22 en marzo de este año, llevaba una condena por robo agravado con uso de armas, sin posibilidad de salidas transitorias o libertad condicional hasta 2028. A pesar de su buen comportamiento en Cutral Co, algo cambió en las últimas semanas, lo que llevó a su aislamiento tras fuertes discusiones con otros internos.

Ahora, en fuga, Soto enfrenta una vida extremadamente difícil. Necesita contactos que lo oculten, documentos falsos o robados, y mucho dinero en efectivo para sobrevivir. 

La vida de un prófugo es estresante, agotadora, y constantemente en movimiento, lo que hace que, tarde o temprano, la mayoría de ellos termine siendo recapturado.

Fuente: Medios