A un mes del femicidio de Corina Mena, su familia clama justicia

A 30 días del femicidio de Corina Mabel Mena, la comunidad de Junín de los Andes sigue conmocionada. El caso dejó una herida profunda en la sociedad y una familia rota, que hoy clama por justicia ante la falta de definiciones en la causa judicial.

Corina, quien trabajaba como portera en la Escuela Primaria N.º 344, fue asesinada a puñaladas el pasado 7 de junio por su pareja, Jorge Lincoln, en un hecho que también dejó a otro hombre herido. Desde entonces, su entorno más cercano exige celeridad y condena.

"Nos lastimó mucho como familia. A mí como hermano, a mis hermanas, a su hija, y a mi madre, que hoy está criando a dos nietitas sin madre. Es un dolor inmenso", expresó su hermano, Osvaldo Mena. Con voz quebrada, habló del vacío que dejó su hermana menor y del impacto que el crimen generó en la vida familiar.

Una relación que encendía señales

Aunque no había denuncias previas por violencia de género, Osvaldo reveló que hoy reconocen indicios que podrían haber anticipado el trágico desenlace. "Mi hermana no llegó a decirnos que era una relación violenta, pero se la notaba algo sumisa, distinta. No era la Mabel alegre que conocíamos", contó.

El crimen conmueve aún más por su cercanía temporal. "Después de 13 años sin presentar a nadie, el 25 de mayo lo trajo a casa como su pareja. A los pocos días le quitó la vida. Fue la última persona que nos presentó como alguien importante. Nadie imaginó que sería su asesino", relató.

Una causa trabada y una familia sin respuestas

El agresor fue detenido pocas horas después del hecho y se encuentra bajo prisión preventiva. Sin embargo, la causa judicial aún no avanza con la celeridad que la familia esperaba. "Nos habían dicho que tenía pruebas suficientes para una domiciliaria, pero incluso eso le fue negado. Nosotros lo que queremos es que cumpla condena en prisión. Que todo el país sepa quién es este hombre que nos quitó a Mabel", pidió Osvaldo.

La investigación también incluye el intento de homicidio de un amigo de Corina, quien se encontraba con ella esa noche. Aunque el proceso avanza, restan al menos cuatro meses de instrucción. "Sentimos que todo va demasiado lento. La Justicia no debería tener pausas en un caso así", remarcó el hermano.

Justicia como única forma de seguir

La familia Mena atraviesa un dolor inmenso y, en medio del duelo, busca aferrarse al pedido de justicia como una forma de sobrellevar la pérdida. "No hay pastilla, no hay té que nos quite este dolor. Nos arrebataron a mi hermanita menor. Era la alegría de la familia, y ahora todo es tristeza y silencio", expresó Osvaldo.

En ese contexto, destacó el rol de su madre, quien se hizo cargo de las dos hijas de Corina. "Ella está fuerte por las nenas, pero todos sabemos lo rota que está por dentro. A veces nos preguntamos cómo vamos a seguir. Y la única respuesta que encontramos es el reclamo de justicia. Por Mabel, por sus hijas, por todas", concluyó.

Fuente: Medios.