El enfrentamiento entre Trump y Musk sacude Wall Street y la política estadounidense

Lo que alguna vez fue una relación estratégica entre Donald Trump y Elon Musk terminó esta semana en una pelea abierta, con acusaciones cruzadas, amenazas políticas y consecuencias económicas inmediatas. El desencadenante fue una disputa sobre el presupuesto nacional, pero rápidamente escaló a un enfrentamiento personal de alto voltaje que dejó expuestas profundas diferencias.

Todo comenzó este jueves, cuando Trump expresó públicamente su decepción con Musk. "Estoy muy decepcionado con Elon. Le brindé mucha ayuda", dijo desde la Casa Blanca, durante una reunión con el canciller alemán Friedrich Merz. Consultado por periodistas, agregó: "Teníamos una gran relación. No sé si eso volverá a pasar".

La respuesta de Musk llegó desde su propia red social, X (antes Twitter), con un mensaje explosivo: acusó a Trump de estar vinculado al caso Jeffrey Epstein. "Es hora de soltar la bomba: Trump está en los archivos de Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han publicado", escribió, en un posteo que se viralizó en minutos.

Horas antes, Musk ya había desmentido al presidente sobre su supuesta participación en el nuevo proyecto de presupuesto aprobado por la Cámara de Representantes. Según dijo, nunca fue consultado y criticó duramente el contenido de la ley: "Se aprobó de noche, tan rápido que casi nadie en el Congreso pudo leerla", sostuvo.

Trump respondió que la molestia de Musk se debía a que el proyecto incluye un recorte a los subsidios para autos eléctricos, un golpe directo para Tesla. "Cuando se enteró de que íbamos a eliminar el mandato para vehículos eléctricos, se volvió un problema para él", declaró.

El texto legislativo -aún en debate en el Senado- propone eliminar los créditos fiscales federales de hasta 7.500 dólares por unidad, lo que podría afectar seriamente las ventas de Tesla. La reacción de los mercados fue inmediata: las acciones de la compañía cayeron un 14,3 % y perdieron más de 150.000 millones de dólares en valor bursátil, el mayor desplome en su historia.

Cruce de amenazas

La tensión no se detuvo ahí. Trump publicó en Truth Social que podría cancelar todos los contratos del gobierno con empresas de Musk. "La forma más fácil de ahorrar miles de millones es terminar con los contratos y subsidios a Elon", escribió. También minimizó su rol como aliado político: "Ganamos Pensilvania sin necesidad de Elon".

Musk respondió con dureza: afirmó que sin su respaldo, los demócratas habrían conservado el control del Congreso. Además, anunció que SpaceX comenzará a desmantelar la nave Dragon, clave en las misiones de la NASA hacia la Estación Espacial Internacional, en lo que muchos interpretaron como una represalia directa.

El empresario también puso en duda su futuro dentro del Partido Republicano. A través de una encuesta en X, propuso crear una nueva fuerza política para representar "al 80 % del centro del país". Más de 2,3 millones de personas votaron, con un 82 % a favor.

Trump, por su parte, aseguró que Musk padece "síndrome de trastorno Trump", una frase que suele usar para describir a exaliados que se convierten en críticos. Y anticipó que la ruptura será definitiva.

El conflicto entre ambos, figuras clave del poder político y económico de EE.UU., no solo genera tensión personal, sino que impacta de lleno en la economía, la política energética y el futuro del liderazgo conservador. La pelea, lejos de apaciguarse, promete seguir escalando.

Fuente: Medios