Planes sociales: una declaración clave expuso tensiones y contradicciones en el juicio
La ex directora de Administración del Ministerio de Desarrollo Social, reconoció que dejó de firmar cheques en 2020 por sospechas en los montos y la operatoria. La defensa la confrontó con documentos y correos para demostrar que conocía un sistema paralelo de impresión masiva. Hubo cruces por irregularidades, acusaciones de maltrato y poder concentrado.
En la 17ª audiencia del juicio por la millonaria estafa con planes sociales en Neuquén, la exdirectora general de Administración del entonces Ministerio de Desarrollo Social, Griselda Cittadini, protagonizó uno de los testimonios más tensos hasta el momento. Fue la primera vez que la defensa adoptó un tono incisivo, cuestionando y marcando contradicciones en la declaración de una funcionaria que integraba el engranaje administrativo para la emisión de cheques.
Cittadini, sobreseída en la etapa de instrucción y citada como testigo, reconoció que en 2020 firmó cheques en cuatro ocasiones (entre ellos un paquete de 147 documentos), pero que dejó de hacerlo al sospechar de los montos y de la operatoria. La decisión le generó enfrentamientos con sus superiores y conflictos laborales que relató en la sala.
Sospechas y facturas irregulares
La testigo explicó que en esa época, previa a la implementación de tarjetas, detectó facturas presuntamente fraguadas, que podían editarse en PDF, y diferencias entre los montos registrados en el sistema y los validados por AFIP.
Aseguró que se negó a firmar nuevos cheques, se lo comunicó a compañeros y superiores, pero no realizó denuncias formales ni internas, lo que derivó en discusiones y un quiebre laboral.
Relató que al plantear dudas sobre la forma paralela de liquidar cheques, recibió advertencias de su jefe directo, Tomás Siegenthaler (coordinador y hoy imputado en la causa), a quien vinculó con reuniones en el despacho del entonces ministro Abel Di Luca, también imputado.
"Nos decían que se prendía fuego la provincia si no firmábamos", afirmó, frase que captó la atención de los jueces Juan Manuel Kees, Luciano Hermosilla y Juan Guaita.
El sistema Admix y la impresión masiva de cheques
La defensa confrontó a Cittadini con correos y documentos para demostrar que conocía el funcionamiento del sistema contable Admix, una plataforma paralela con servidor propio donde se imprimían cheques para planes sociales. Según describió, allí se podían generar más de 13 mil cheques en un solo día, algo imposible de hacer manualmente.
Aunque en Fiscalía había dicho desconocer si lo que hacía era "administrativamente correcto" y no haber manipulado ese sistema, en la audiencia reconoció que era "arcaico, como una Pentium 386" y que había cargado datos de proveedores.
Conflictos internos y poder concentrado
Cittadini también habló de su relación conflictiva con Siegenthaler, a quien acusó de actitudes "rozando la misoginia" y de concentrar tanto poder que incluso la ministra de entonces, Adriana Figueroa, dependía de su autorización para acceder a viáticos.
La defensa remarcó que la testigo nunca denunció irregularidades mientras ocupaba su cargo y sostuvo que no hay ilegalidad probada, más allá de casos puntuales.
Un juicio que se endurece
La audiencia cerró con la sensación de que la disputa entre las partes se intensifica. Las contradicciones en los testimonios comienzan a perfilarse como un punto clave para las próximas jornadas, en un proceso que ya acumula episodios de alto voltaje.
Fuente: Medios