Explosión en la destilería NAO: la Justicia evalúa si el gerente puede evitar el juicio
Comenzó la audiencia de control de acusación por la tragedia de Plaza Huincul, que dejó tres operarios muertos. La Fiscalía y las querellas rechazaron el intento del gerente de la empresa de evitar el juicio mediante una probation. Las familias, sin respuestas ni reparación, volvieron a exigir justicia frente a los tribunales.
Este lunes se llevó a cabo la primera audiencia de control de acusación por la explosión e incendio en la destilería New American Oil (NAO), de Plaza Huincul, ocurrida el 22 de septiembre de 2022, que provocó la muerte de los operarios Fernando Jara, Víctor Herrera y Gonzalo Molina.
La jornada tuvo como eje un polémico pedido de suspensión del juicio a prueba (probation) solicitado por Rodrigo Germán Arias, gerente general de la empresa. La solicitud fue rechazada de forma unánime por la Fiscalía y los abogados querellantes. El juez de Garantías Diego Chavarría Ruiz anunció que resolverá el planteo este martes.
Mientras tanto, familiares y amigos de las víctimas se concentraron bajo la neblina, frente al edificio donde se realizaba la audiencia, con carteles y consignas contra la empresa. Solo interrumpieron el silencio durante los cuartos intermedios para alzar sus voces con fuerza y dolor.
Las familias de las víctimas mantienen sus pedidos de justicia.
Una estrategia para evitar el juicio
Arias, quien se desempeñaba en Buenos Aires al momento del hecho, planteó a través de su abogado Juan Coto que una eventual condena sería de ejecución condicional (menor a tres años), y ofreció a cambio una donación económica a los Bomberos Voluntarios de Plaza Huincul, además de fijar domicilio y abstenerse del consumo de alcohol y drogas.
La Fiscalía, a cargo de Gastón Liotard, rechazó el planteo. Argumentó que Arias ignoró alertas de seguridad clave como paros de planta y modificaciones en los equipos, priorizando la rentabilidad del negocio por sobre la vida de sus trabajadores.
Liotard también adelantó que, si se avanza a juicio, pedirá la intervención de un tribunal colegiado.
El fiscal sostuvo que el sistema contra incendios era rudimentario, que faltaban válvulas de escape obligatorias en los tanques 205 y 206 -uno de los cuales explotó- y que había deficiencias graves en los tableros eléctricos. Las querellas, en línea con el Ministerio Público Fiscal, también rechazaron la probation.
Seis imputados, una planta que volvió a operar
El proceso judicial alcanza a seis acusados por el delito de estrago doloso agravado:
Rodrigo Arias, gerente general de NAO
Guido Torti, jefe de planta (único presente físicamente en la audiencia)
Silvio Saibene, jefe de mantenimiento
Gimena Brillo y Natalia González, responsables de Seguridad e Higiene
Alfredo Novaro, auditor externo
Un séptimo imputado, Ángel Obreque, fue sobreseído el viernes anterior. El resto participó de la audiencia de forma remota.
A pesar de la tragedia, la destilería volvió a operar en marzo de 2023, sin que, según denuncian los familiares, la red de incendios esté habilitada.
"Nos dejaron sin nada"
El impacto emocional del juicio quedó expresado en las palabras de Laura Herrera, hija de una de las víctimas: "Nos encontramos solos, sin nuestros familiares y con el abandono de todas las instituciones. La empresa pensó primero en su producción, no en sus empleados".
Laura también criticó duramente la actuación inicial de la Fiscalía: "Dos semanas después del siniestro entregaron el lugar con la excusa de una limpieza ambiental. Fue mentira. Hoy siguen trabajando en las mismas condiciones".
Víctor Herrera, su padre, tenía 62 años y era el único sostén económico del hogar. Tras su muerte, su familia quedó sin ingresos ni cobertura médica. "El dueño apareció recién a la noche, se lavó las manos y nunca más volvió", relató.
"Si mi papá estuviera vivo, estaría reclamando por sus compañeros. A nosotros no nos dan ni la cara. Este juicio es también por los que siguen trabajando sin condiciones".
Un reclamo que no se apaga
Las familias denuncian que el hecho no fue un accidente, sino el resultado de una cadena de negligencias e irregularidades sistemáticas que priorizaron las ganancias por encima de la seguridad laboral.
"Ojalá este reclamo sea un ejemplo para la industria. En lo que entran son personas, no números. Y detrás de cada trabajador, hay una familia. Acá estamos nosotros, presentes".
A casi tres años de la tragedia, el reclamo por justicia, verdad y reparación sigue más firme que nunca.
Fuente: Medios