Médicos bajo la lupa por cirugías pediátricas que nunca existieron
La Justicia neuquina investiga a un traumatólogo infantil y a un anestesista acusados de facturar más de $20 millones a una obra social por operaciones que nunca se realizaron en pacientes pediátricos.
El sistema de salud neuquino quedó envuelto en un grave escándalo que combina lo insólito y lo alarmante. La Justicia investiga a un traumatólogo infantil y a un anestesista acusados de haber facturado "cirugías fantasma" a la obra social OSPEPRI -perteneciente al Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa- por más de $20 millones.
Una auditoría reveló intervenciones quirúrgicas inexistentes, registros incompletos y facturaciones irregulares a la obra social OSPEPRI que superarían los $20 millones.
La investigación, dirigida por la fiscal Valeria Panozzo, se inició tras una denuncia del propio sindicato, que detectó irregularidades en la facturación. Según los primeros hallazgos, se habrían declarado intervenciones quirúrgicas a pacientes pediátricos que nunca se realizaron.
"Los afiliados, la obra social y la mutual se han visto defraudados económicamente por pagos indebidos hacia un profesional que fraguó operaciones inexistentes, limitadas únicamente a consultas en consultorio o incluso en hospitales", advirtieron fuentes judiciales.
Irregularidades sistemáticas
Los informes de auditoría describen un patrón repetido en múltiples expedientes:
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Operaciones declaradas como urgencias realizadas en tiempos quirúrgicos imposibles.
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Ausencia de evaluaciones previas y posteriores.
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Falta de registros de internación y de partes anestésicos.
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Facturación de códigos médicos duplicados, incongruentes o sin relación con las patologías.
Incluso se detectaron registros de supuestas intervenciones realizadas de manera simultánea, en lapsos incompatibles con la práctica médica.
El caso más grave: cinco cirugías en una hora
Uno de los expedientes más aberrantes involucra a una niña de 3 años con antecedentes de cardiopatía. En el parte quirúrgico figura que se le practicaron cinco procedimientos ortopédicos mayores -incluyendo rodillas, caderas y pies- en un solo acto quirúrgico que habría durado apenas 60 minutos.
La paciente habría recibido el alta apenas una hora después, sin internación, sin estudios prequirúrgicos ni controles postoperatorios. Para mayor contradicción, ese mismo día aparece registrada en una consulta ambulatoria con otro especialista.
La hoja de enfermería presenta anotaciones incompletas, ilegibles y firmadas por el propio médico en lugar de personal de enfermería.
Más contradicciones: de traumatología a odontología
En otro caso, una niña aparece como intervenida por luxación de rótula y sometida a múltiples prácticas facturadas en días consecutivos. Además, se detectaron consumos de kinesioterapia y fisioterapia sin registros de intervención profesional.
Lo más insólito: en los mismos documentos se facturaron consumos odontológicos, sin relación alguna con la patología traumatológica declarada.
Una cirugía "exprés" de 30 minutos
Otra intervención registrada como "urgente" figura con un tiempo operatorio de apenas 30 minutos, en el que se habrían realizado procedimientos quirúrgicos imposibles en ese lapso. Tampoco hay constancias de internación, anestesia ni seguimiento clínico.
La auditoría concluyó que no existen pruebas que respalden la práctica y que las incongruencias documentales refuerzan la sospecha de fraude.
Fuente: Medios