El historial de irresponsabilidad que terminó en muerte sobre la Ruta 7
Desde accidentes previos, un bebé herido y videos circulando por redes, hasta la muerte de Elizabeth Martínez, Silva acumula un historial de conductas peligrosas y reiteradas.
La madrugada del 1 de agosto quedó marcada por la tragedia en Centenario. Soledad Silva, de 24 años, cruzó un semáforo en rojo mientras conducía un Volkswagen Vento y embistió a Elizabeth Martínez, una trabajadora de 53 años que se desplazaba en moto. El impacto fue tan fuerte que la víctima murió en el acto.
Lejos de asistirla, Silva huyó de la escena, dejando detrás un cuadro de desesperación y dolor. Desde ese momento, su nombre se convirtió en sinónimo de indignación: "no solo mató, sino que abandonó a su víctima sin siquiera mirar atrás".
La búsqueda policial terminó días después con su detención y traslado a la Ciudad Judicial, y actualmente permanece bajo arresto domiciliario a la espera de nuevas audiencias.
Un historial marcado por la imprudencia
Lo ocurrido no fue un hecho aislado. Silva tiene un pasado cargado de riesgos y conductas irresponsables. En 2024, protagonizó otro accidente en estado de ebriedad: perdió el control de su vehículo y su propio bebé, de menos de un año, terminó con lesiones en la cabeza. Ese episodio derivó en la inhabilitación para conducir.
Sin embargo, la sanción no la detuvo. Continuó vinculada a picadas ilegales y al volante, sin licencia. Un video reciente mostró a Silva cruzando semáforos en rojo, riéndose y bromeando sobre el peligro que generaba. La grabación dejó en claro que no se trataba de un "error" ni de un "descuido": era una forma de vida marcada por la imprudencia y el desprecio hacia la seguridad de los demás.
Nuevos incidentes y detención
Tras el accidente fatal que costó la vida de Martínez, Silva fue sorprendida nuevamente en Centenario, como acompañante de un hombre que dio positivo en alcoholemia. Su presencia generó disturbios y terminó otra vez en manos de la Policía.
La justicia de Río Negro autorizó su extradición y desde entonces permanece detenida a la espera de definiciones.
Lo cierto es que la sociedad no olvida su historial: un bebé herido, el video cruzando en rojo por diversión, la inhabilitación para manejar y, finalmente, la muerte de una mujer trabajadora que jamás tuvo oportunidad de defenderse.
Cada nuevo detalle de su pasado alimenta la indignación. Esto no fue solo un siniestro vial: es la consecuencia de años de irresponsabilidad que terminaron en tragedia.
Fuente: Medios.