El Eternauta, contado por Darín: "El Eternauta somos todos
En un relato tan poético como sensible, Ricardo Darín describe El Eternauta como una historia que dejó de parecer fantasía para volverse advertencia y testimonio.
En los últimos días, Ricardo Darín visitó distintos medios y canales de stream con el objetivo de visibilizar el comienzo de la serie que estrenó en Netflix el pasado 30 de abril. En una extensa y hermosa nota con Gente, el entrevistador logró sacar el lado más clásico y atractivo de las respuesta del actor, la poesía. Definime "El Eternauta a lo Darín" no como una sinopsis sino con ese tono poético que vos solés ponerle a todo, dijo el entrevistador de la Revista Gente.
El lado poético de Ricardo Darín
Luego de sentir "presión" por el pedido periodístico, Darín relató: "En estos días, a pesar de que la historia de la humanidad siempre demuestra hitos así, sorprendentes. Pero, en estos días... Habiendo atravesado una pandemia me parece que tenemos más... Estamos más habilitados a entender que todo lo que nos resulta tremendamente fantasioso de pronto puede estar mucho más cerca de lo que nosotros imaginamos."
"Porque ¿Quién nos iba a decir a nosotros que íbamos a estar aislados durante tanto tiempo sin conexión con nuestra gente querida y de encontrar la manera de reaccionar con sensibilidad para sobrevivir? Porque, en definitiva, esta es una historia que habla de eso, de la supervivencia", expresó con calma y sensatez el actor.
El Eternauta
El Eternauta se convirtió en un clásico de la cultura pop argentina, ayudado por la transformación de Oesterheld, un comprometido hombre de izquierda cuya obra se hizo más abiertamente política con el tiempo, en un santo laico. Tras unirse a un grupo guerrillero que se oponía a una de las sucesivas dictaduras militares del país, fue secuestrado en 1977 y nunca fue encontrado, uniéndose a sus cuatro hijas entre los desaparecidos.
A lo largo de los años, directores argentinos y españoles de alto nivel, como Adolfo Aristarain y Álex de la Iglesia, han hablado de adaptar El Eternauta; Lucrecia Martel, dos veces nominada a la Palma de Oro, pasó más de un año trabajando en un guión. El propio Oesterheld estuvo involucrado en una serie de televisión animada que no prosperó.
El ganador, finalmente, fue Bruno Stagnaro, cuya serie de seis episodios para Netflix (se estrenó el 30 de abril) cumplió los requisitos de la familia Oesterheld de ser en español y estar ambientada en Buenos Aires.
El Eternauta se ha actualizado a la era de los teléfonos móviles, y se ha ampliado el núcleo de personajes, pero sigue a grandes rasgos la historia de Oesterheld. Cae nieve tóxica, aunque ahora con el acompañamiento auditivo del viento constante, un tipo de fantasmagoría diferente al silencio de la lectura. Mantener cada centímetro del cuerpo cubierto, con abrigos o ponchos o sábanas de plástico, es crucial. Los cascarudos gigantes hacen acto de presencia.
Esta fidelidad es más fácil de mantener de lo que sería si la temporada fuera más larga; los seis episodios terminan más o menos en el punto en el que el libro da un giro y se convierte en un osado pulp a toda regla que hace fruncir el ceño, con un sabor particular de postura antiguerra fría e idealismo tipo "una plaga sobre ambas casas". Puede que una segunda temporada de la serie tenga que esforzarse un poco más para evitar que los espectadores contemporáneos la abandonen.
Fuente: Medios.