Carlitos Balá, a 100 años del nacimiento de un ícono de la cultura popular argentina
Nacido en Chacarita en 1925, Carlitos se convirtió en un referente del entretenimiento familiar con sus programas, sus gestos y su humor sano. Su legado sigue vigente a casi tres años de su partida.
El 13 de agosto de 1925, en el barrio porteño de Chacarita, nació Carlos Salim Balaá, quien bajo el nombre artístico de Carlitos Balá se convertiría en uno de los personajes más queridos y transversales de la cultura popular argentina. A casi tres años de su fallecimiento, su humor sano y sus frases emblemáticas siguen vivos en el recuerdo de varias generaciones.
Los comienzos de Carlitos no fueron en televisión, sino en la línea 39 de colectivos, donde probaba sus chistes y rutinas con los pasajeros. Su talento lo llevó rápidamente a la radio y luego a la televisión, formando un exitoso trío junto a Alberto Locati y Jorge Marchesini.
Tras la disolución del grupo, Balá emprendió su carrera como solista y alcanzó la consagración con programas como El show de Carlitos Balá y El flequillo de Balá, que marcaron un antes y un después en el entretenimiento familiar durante décadas.
Carlitos es uno de los personajes más queridos en la Argentina.
Un legado imborrable
El universo de Balá está lleno de latiguillos y gestos que se convirtieron en parte del lenguaje popular argentino:
"¿Qué gusto tiene la sal?": su pregunta insignia que despertaba un fuerte "¡Salado!" como respuesta del público.
"Sumbudrule": palabra sin significado pero sinónimo de su humor único.
"Ea-ea-ea pe-pé": el cantito que acompañaba sus movimientos característicos.
El "chupetómetro": un tubo gigante transparente donde miles de chicos depositaron su chupete para dejarlo. Este objeto fue declarado patrimonio cultural de la Ciudad de Buenos Aires.
El chupetómetro fue declarado patrimonio cultural en la Ciudad de Buenos Aires.
El "gestito de idea": el simple movimiento de los dedos índice y pulgar que se volvió su sello personal.
Carlitos Balá no solo hizo reír a millones, sino que se convirtió en parte esencial de la memoria afectiva de todo un país. A un siglo de su nacimiento, su legado de ternura, humor y alegría permanece intacto y presente en la cultura argentina.
Fuente: Medios