Llama de esperanza: comienza el relevo de la antorcha olímpica rumbo a París 2024
La emblemática antorcha de los Juegos Olímpicos de París 2024 fue encendida en una ceremonia en la antigua Olimpia, marcando el inicio de un viaje lleno de simbolismo y unidad que culminará con el encendido de la llama olímpica en la capital francesa.
En una atmósfera cargada de historia y expectativa, la actriz griega Mary Mina, personificando el papel de gran sacerdotisa, llevó la antorcha olímpica en una ceremonia que resonó con los ecos del pasado y las promesas del futuro. Sin embargo, un cielo nublado desafió la tradición, obligando a utilizar una llama de reserva en lugar del habitual espejo parabólico.
El presidente del Comité Olímpico Internacional, Tomás Bach, en su discurso durante la ceremonia, destacó la importancia de los Juegos Olímpicos como un faro de esperanza en tiempos tumultuosos. "En estos tiempos difíciles que vivimos, con guerras y conflictos en aumento, la gente está harta de todo el odio, las agresiones y las noticias negativas a las que se enfrenta día tras día", expresó Bach. "Anhelamos algo que nos una, algo que nos unifique, algo que nos dé esperanza. La llama olímpica que encendemos hoy es el símbolo de esta esperanza".
El relevo de la antorcha no solo es un evento ceremonial, sino un vínculo tangible entre las naciones. El campeón olímpico griego de remo en Tokyo 2020, Stefanos Ntouskos, fue el encargado de iniciar el recorrido, pasando el fuego sagrado a la nadadora francesa Laure Manaudou, representante de la ciudad anfitriona.
El viaje de la antorcha olímpica es una odisea que conecta el pasado con el presente. Tras su paso por Grecia, cuna de los Juegos Olímpicos, la llama será entregada oficialmente a los organizadores en el Estadio Panatenaico de Atenas, un lugar impregnado de historia y significado. Desde allí, emprenderá su travesía marítima hacia Francia a bordo del majestuoso "Belem", un barco de tres mástiles que evoca la era de las grandes exploraciones.
El periplo por tierras francesas será una fiesta para los sentidos y un tributo a la diversidad cultural del país. Desde Marsella hasta París, la antorcha recorrerá paisajes variados y comunidades diversas, llevando consigo el espíritu de los Juegos Olímpicos. Se espera que hasta 150.000 personas se congreguen en Marsella para dar la bienvenida a la llama en el Puerto Viejo, un testimonio del entusiasmo y la pasión que despiertan los Juegos.
El relevo de la antorcha por tierras francesas durará 68 días, un período en el que la llama será testigo de la hospitalidad y el fervor deportivo de la nación anfitriona. Finalmente, el 26 de julio, la ciudad de París se iluminará con el fulgor de la llama olímpica, marcando el comienzo de un festival deportivo que celebrará la excelencia, la amistad y la unidad.