Martínez y Parrilli no consiguieron los votos y estalló el congreso justicialista
El congreso justicialista no pudo resolver su estrategia electoral. Crecen las especulaciones de un intento de intervención nacional
Un nuevo capítulo en la larga crisis que atraviesa el justicialismo neuquino. Hace años, la actual conducción se encuentra interpelada por la militancia para abrir la participación efectiva y sacar al peronismo del corsé familiar. Este sábado, la compleja actualidad partidaria se dejó observar con nitidez en la tensa reunión que terminó en un mar de incertidumbre.
El justicialismo ortodoxo conducido por Darío Martínez y Oscar Parrilli no consiguió la mayoría especial necesaria para convocar a un frente electoral de cara a octubre. Todo ocurrió en la localidad de Zapala. El máximo órgano partidario sesionó con la intención de trazar su estrategia electoral pero la escasez de voluntades impidió un acuerdo que el oficialismo intentó soslayar sin éxito. Ante la posibilidad de la intervención partidaria, todo podría terminar judicializado.
Cincuenta y siete congresales justicialistas presentes en el encuentro partidario aprobaron un llamado a internas para renovar autoridades en marzo de 2026. Hasta allí todo transcurría con normalidad. Las diferencias emergieron cuando se puso sobre la mesa el debate en torno al futuro electoral del partido en la próxima contienda nacional. Allí dos sectores claramente demarcados hicieron pesar sus posiciones. De un lado, el peronismo conservador que conduce el partidlo hace décadas personalizado en el senador Oscar Parrilli y el diputado provincial Darío Martínez. Del otro, representantes de distintos puntos de la provincia que observan en la actual conducción un permanente intento de esquivar la participación de los afiliados. "Pretenden el partido al servicio de las familias del poder" resumió una fuente consultada presente en el cónclave.
En rigor, la constitución de un frente electoral necesitaba 52 votos afirmativos, sólo obtuvo 31. El frustrado intento de la conducción partidaria terminó en enfrentamientos verbales altisonantes ante la atenta mirada de los veedores electorales y de la escribana pública convocada para dar fe de lo actuado. Tras los intercambios, la mitad de los congresales decidió retirarse y el oficialismo dio por terminado el encuentro. Una situación que desnuda la endeble representación de la actual conducción y promete un capítulo judicial pre - electoral para dirimir la compleja situación.
Las especulaciones...
Entre las fuentes consultadas, se repitió una especulación: podría tratarse de una intentona del dueto Parrilli - Martínez para pedir la intervención nacional y evitar dirimir las estrategias electorales en el ámbito provincial. No es una teoría ingenua, en las provincias de Chaco y Jujuy la intervención nacional es un hecho y podría tratarse de una estrategia en todas aquellas provincias que rechacen las designaciones "a dedo". "Lo que buscan es una intervención nacional del PJ para darle a Parrilli el control del partido sin elecciones" resumió el congresal Santiago Fernández.
Hasta el 17 de agosto los partidos políticos tienen tiempo de presentar alianzas ante la justicia electoral federal para las elecciones del 26 de octubre. Neuquén pone en juego un total de seis bancas en el congreso de la nación. Tres diputaciones nacionales y tres senadurías. Hoy, el peronismo neuquino tiene tres de las seis. El desafío es tratar de retener esos espacios en un contexto nacional complicado. Por ahora las definiciones no encuentran consenso y las autoridades partidarias están lejos de lograr los consensos mínimos para delinear la estrategia. Final abierto.