La Neuquinidad pone primera de cara a octubre

Le Neuquinidad. Es el nombre elegido por la coalición provincial para agrupar a los espacios políticos que se suman de cara a las elecciones de octubre. Una denominación que deja clara la agenda de campaña que la coalición oficialista intentará marcar: la disputa por el congreso es la defensa de los intereses de los neuquinos frente a los partidos nacionales.

Con Comunidad a la cabeza, Arriba Neuquén, Avanzar Neuquén, Nuevo Compromiso Neuquino, Frente Grande, Partido Socialista y Unión Popular Federal siguieron el primer paso que había dado el Pro. Todos dejaron manifiesta su pertenencia y formalizaron un llamado a internas para conformar las listas que los representarán en las legislativas del próximo 26 de octubre.

Más allá de la provincialización del escenario que el nombre de la coalición pretende, las líneas de coincidencias programáticas incluyen diferencias con el rumbo trazado por la casa rosada. Continuidad de la obra pública, defensa del protagonismo del Estado en el servicio de salud, educación pública como eje igualador, entre otros, revelan los tópicos que La Neuquinidad pondrá sobre la mesa como distintivos frente al libertarismo ortodoxo que llega desde Buenos Aires. Ejes que podrían resumirse en "igualdad de oportunidades como punto de partida". Una base necesaria para que la libertad sea una posibilidad real y alcanzable para todos. Un supuesto ausente en el discurso libertario que refugia su carencia en "la igualdad ante la ley", máxima formal que nada dice sobre las inequidades que permiten a unos ser más libres que a otros.

Aunque la línea discursiva del oficialismo provincial no se agota en las diferencias con el gobierno nacional. Valores como la austeridad, el ordenamiento del Estado y la transparencia forman parte de los ítems incluidos en el acuerdo firmado. Se trata de una forma de entender la gestión del Estado que devuelva al sector público la credibilidad en su eficiencia. De allí la originalidad que La Neuquinidad, con base en la gestión de Rolando Figueroa, buscará lucir en el debate público camino a las próximas legislativas.

¿Qué pasa con el Justicialismo y la UCR?

Algo extraviados, los dos partidos que supieron marcar época en la historia argentina deambulan por enfrentamientos internos e indefiniciones. Tras un sesgado congreso en la localidad de Zapala, el partido justicialista es un gran signo de preguntas. Puertas adentro de su estructura, el peronismo neuquino no alcanza consensos ni mayorías. La actual conducción del Partido Justicialista intenta la construcción de un frente alineado con el kirchnerismo nacional. Mientras tanto, un número no menor de afiliados y dirigentes exigen el recambio generacional y la renovación en el partido. Se trata de "compañeros" que observan en la gestión Figueroa representadas las banderas esenciales del peronismo fundacional. Por ahora, el juego es de suma cero y le agrega dificultades a un peronismo cuyo contexto nacional asume una complejidad que no despierta demasiadas expectativas para obtener bancas en el próximo congreso.

El próximo 7 de agosto vencen los plazos en la justicia para el reconocimiento de alianzas. Una fecha lejana en apariencia, aunque los vaivenes de la política implican tiempo. Por ahora La Neuquinidad dio el primer paso y asume la iniciativa rumbo a la disputa electoral que marcará el último tramo de 2025.