La educación en el centro de la campaña electoral. Ventaja para quienes hicieron la tarea
¿Cómo encantar a los desencantados? La educación pública irrumpió en el centro de la escena y cada espacio tomó posición en el debate. Ventaja para quienes tienen concreciones en un clima en el cual la promesa y la palabra son insuficientes.
Semana difícil para el oficialismo nacional. La cámara de diputados ratificó las leyes de emergencia pediátrica y de financiamiento universitario. Veinticuatro horas más tarde el senado aprobó nuevamente el reparto automático de los ATN (Aportes del Tesoro Nacional) a las provincias. Las tres iniciativas habían sido vetadas por el presidente Javier Milei. Los gobernadores hicieron sentir su peso en el congreso y dejaron constancia del protagonismo que el congreso de la nación tiene y tendrá durante los dos últimos años del gobierno libertario.
La campaña rumbo al 26 de octubre que renovará la mitad del congreso está en marcha. Una campaña todavía extraña al interés de la mayoría de la población. El descrédito que atraviesa la política es notorio y la apatía general es el signo de pregunta más relevante que dirigentes, partidos y encuestadoras intentan descifrar. La elección en la provincia de Buenos Aires arrojó datos que nadie puede disimular. El peronismo perdió quinientos mil votos y el armado Libertario-Pro más de un millón y medio en relación al promedio de las últimas contiendas comparables. Se trata de casi dos millones de ciudadanos que decidieron no concurrir a las urnas. La mayoría desencantados con el modelo libertario que hace apenas dos años había canalizado el voto - bronca frente a la casta y despertaba cierto halo de esperanza con un modelo de ajuste que pagaría la política.
La pregunta se impone con evidencia. ¿Cómo entusiasmar a los desencantados que ya ni siquiera quieren ir a votar? La palabra, otrora herramienta fundamental y fundacional de la política carece de credibilidad en ese electorado. Promesas, modelos, explicaciones teóricas y consignas panfletarias no alcanzan a llamar la atención del ciudadano hastiado. De allí que la pulseada camino hacia el 26 de octubre exija hechos concretos, realizaciones, gestión: el único idioma que buena parte de la población parece estar dispuesto a considerar. Una ventaja para los oficialismos provinciales que pueden apelar a las acciones concretas de gobierno como el lenguaje proselitista más efectivo frente a semejante ánimo social.
El caso de la educación pública...
La discusión en torno al presupuesto para la educación pública se llevó el protagonismo durante los últimos días. El congreso ratificó la ley de Financiamiento Universitario. Lo hizo durante una jornada de masiva movilización a favor de la universidad pública en todo el país. Fue la tercera marcha federal bajo esa consigna desde que Javier Milei asumió la presidencia. Todos y cada uno de los espacios políticos tomaron posición e intentaron dejar constancia de su compromiso con la causa.
En Neuquén, algunos candidatos se hicieron presentes en la movilización y dedicaron sus apariciones públicas en medios de comunicación para ratificar su explícito apoyo a la educación pública como un valor irrenunciable de sus propias agendas. Entre otros, se observó la presencia de Julieta Corroza, Juan Luis "Pepé" Ousset y Joaquín Perrén, candidatos de La Neuquinidad. También estuvo presente Beatriz Gentile, actual rectora de la Unco y candidata a diputada de Fuerza Patria. Incluso el intendente de la capital neuquina Mariano Gaido y la ministra de educación Soledad Martínez acompañaron el reclamo.
Lejos del testimonio presencial, los representantes de la Neuquinidad se calzaron la discusión como "anillo al dedo" y exaltaron el compromiso de la gestión de Rolando Figueroa con la educación como prioridad. Fue allí donde la necesidad de mostrar "hechos y no palabras" que exige buena parte de los desencantados le prestó ventaja y comodidad al oficialismo neuquino. No hizo falta más que recordar el menú de políticas públicas destinadas a la educación que la coalición Neuquinizate tiene en su haber. Becas Gregorio Álvarez, aportes directos que la provincia destina al sostenimiento de la Universidad Nacional del Comahue, la agresiva inversión en escuelas nuevas y ampliaciones, la entrega de trescientas notebooks a becarios y la transformación de escuelas trailres en espacios dignos, fueron algunas de las concreciones que los candidatos de La Neuquinidad enumeraron para ratificar que la defensa de la educación pública no es en el gobierno neuquino un oportunismo de coyuntura sino un rumbo sostenido con resultados tangibles.
La dinámica del debate público impone un ritmo constante y creciente. Cada asunto que despierte la curiosidad del electorado hasta el 26 de octubre dará pocas y efímeras chances para que los candidatos marquen posiciones. Con la desconfianza hacia la política que arroja el clima de época, solo quienes tengan la tarea al día y puedan exhibir resultados concretos alcanzarán a entusiasmar a ese electorado desanimado, clave de la próxima elección, que repele promesas y solo dialoga con quienes tienen algo para mostrar.