Gobernadores se unen y presentan un proyecto para quedarse con más fondos
Mandatarios de todos los espacios políticos impulsan en el Senado una reforma para modificar cómo se reparten los impuestos al combustible y los ATN.
La discusión por los fondos federales sumó una nueva grieta entre la Nación y las provincias. Esta vez, gobernadores de todos los espacios políticos se unieron en el Senado para impulsar un cambio profundo en el régimen de coparticipación.
Tras varios intentos fallidos de negociación con funcionarios nacionales, los mandatarios decidieron avanzar por su cuenta y promovieron dos proyectos de ley que ya fueron ingresados en la Cámara Alta. Uno apunta directamente a los impuestos sobre los combustibles y el otro a la distribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN).
Gobernadores se unen para reformar la coparticipación de los impuestos a los combustibles y de ATN.
La movida está respaldada por senadores del peronismo, la UCR y el bloque de Provincias Unidas. Entre los firmantes aparecen los presidentes de esas bancadas: José Mayans, Juliana Di Tullio, Eduardo Vischi y Carlos "Camau" Espínola. El objetivo es claro: modificar la actual lógica de reparto y recuperar recursos para las jurisdicciones.
Uno de los proyectos propone eliminar los fondos fiduciarios que hoy se nutren del impuesto al combustible y establecer una nueva distribución: el 14,29% para el Tesoro Nacional, el 52,02% para las provincias y el 28,69% restante para el Sistema Único de Seguridad Social.
#EnFoco Los gobernadores presentan proyectos para redistribuir el ICL y fortalecer la coparticipación https://t.co/0A8sm3uKDD pic.twitter.com/0BWrawEHkI
— Economis (@economisiones) July 3, 2025
Además, se plantea que los recursos destinados a las provincias se repartan en un 25% en partes iguales y el 75% según los coeficientes de coparticipación ya vigentes.
En cuanto a los ATN, los gobernadores proponen que dejen de ser discrecionales y pasen a formar parte de la masa coparticipable, con una distribución automática y diaria entre las provincias.
Se trata de una jugada fuerte que aumenta la tensión política con el Ejecutivo, justo cuando el Gobierno intenta recuperar margen fiscal y mantener el ajuste. Las provincias, en cambio, quieren asegurarse fondos que consideran propios y cortar con la discrecionalidad.
Fuente: medios