7 de agosto: una fecha marcada por la fe y la gratitud a San Cayetano
Considerado el patrono del pan y del trabajo, San Cayetano es una de las figuras más queridas de la fe popular argentina. Hoy, su celebración moviliza a creyentes en todo el país.
Este jueves se celebra el Día de San Cayetano, uno de los santos más queridos y venerados por los fieles en Argentina, conocido como el patrono del pan y del trabajo. Cada 7 de agosto, miles de personas se acercan a templos de todo el país para pedir empleo, estabilidad económica o agradecer por las bendiciones recibidas.
Uno de los epicentros de esta jornada es el santuario ubicado en la calle Cuzco 150, en el barrio porteño de Liniers, donde se celebran misas durante todo el día. Allí confluyen quienes buscan consuelo, fuerza o una oportunidad para salir adelante, y también quienes regresan con gratitud en el corazón, luego de haber visto cumplidos sus pedidos.
Cayetano de Thiene nació en Vicenza, Italia, el 1° de octubre de 1480 y murió en Nápoles el 7 de agosto de 1547. Estudió en la Universidad de Padua donde en 1504 obtuvo el doble doctorado, en derecho civil y canónico y, una vez que terminó sus estudios, se mudó a Roma, donde lo nombraron protonotario apostólico del Papa Julio II. Estando al servicio del Papa, llegó a participar del V Concilio de Letrán y, cuando el Pontífice murió en 1513, Cayetano dejó la vida cortesana, empezó a prepararse para el sacerdocio y fue ordenado cuando tenía 35 años.
En Roma integró una asociación llamada Del Amor Divino, orientada a ayudar a los pobres y a vivir una fe más profunda. Preocupado por el deterioro espiritual de su tiempo, fundó junto a otros religiosos la Orden de los Teatinos, con el objetivo de fomentar una vida sacerdotal austera, comprometida y solidaria.
San Cayetano renunció a todos sus bienes y repartió su herencia entre los más necesitados, fundó los llamados Montes de Piedad, instituciones que prestaban dinero a personas pobres con intereses mínimos y también dedicaba largas horas al cuidado de enfermos, especialmente aquellos abandonados en hospitales.
Falleció el 7 de agosto de 1547 en Nápoles, fue canonizado en 1671 y en Argentina, su figura se arraigó especialmente en contextos de crisis.
Fuente: Medios.