El ajuste no impacta los plazos fijos tradicionales, solo afecta a los mecanismos de billeteras virtuales y depósitos ligados a fondos de inversión de corto plazo.
Las tasas de interés de los depósitos a plazo fijo suben, impulsadas por la competencia entre bancos y captar liquidez, con entidades ofreciendo hasta un 40% nominal anual.