Este domingo, en medio de la desesperación y sin alternativas, las familias montaron carpas para visibilizar su problemática. Manifiestan que los altos costos de los alquileres son imposibles de afrontar con sus ingresos actuales.
En la localidad neuquina, hay unas 3700 familias anotadas a la espera de una vivienda. A estas, se suman los médicos que trabajarán en el nuevo hospital, que no tienen donde alojarse.