Cabezas de trucha en Avenida Mosconi: identificaron al camión que desparramó los restos
La Municipalidad identificó a la empresa responsable de haber desparramado más de 300 cabezas de trucha y vísceras en plena Avenida Mosconi. El camión provenía de Piedra del Águila y transportaba residuos de piscicultura.
La Municipalidad de Neuquén logró esclarecer el extraño y desagradable hallazgo de más de 300 cabezas de trucha arco iris y vísceras regadas en Avenida Mosconi, ocurrido el pasado 2 de julio por la mañana. El hecho fue captado por las cámaras de seguridad y rápidamente investigado por personal municipal junto a Fauna de la Provincia.
El subsecretario de Limpieza Urbana, Cristian Haspert, confirmó que el incidente fue causado por un camión procedente de Piedra del Águila, perteneciente a una empresa de piscicultura que transportaba mercadería de descarte.
El vehículo, al frenar bruscamente sobre una senda peatonal, provocó el derrame accidental de restos de pescado que transportaba para incinerar.
El momento exacto y una reacción insólita
Las cámaras de vigilancia permitieron reconstruir la secuencia: el camión, con una batea cargada, frena de forma repentina y parte del contenido cae violentamente sobre la calzada. Luego, una persona baja de la cabina y, tras intercambiar palabras con otra que estaba en la zona -un limpiavidrios-, reacciona pateando las cabezas de trucha esparcidas por el asfalto.
Los restos quedaron desparramados por toda la Avenida.
Haspert detalló que el camión se dirigía hacia otra localidad, pero por una falla en el horno de incineración, debió atravesar la ciudad con los residuos a bordo.
La empresa explicó que el chofer intentó hablar con el limpiavidrios, quien se habría enojado al quedar manchado con los restos. Temiendo una posible confrontación, el conductor decidió no detenerse a recoger lo derramado.
Reconocimiento y multa
La empresa involucrada reconoció su responsabilidad antes incluso de la difusión de los videos. Aun así, recibió una multa por parte del área de Ambiente, cuyo monto no fue especificado. "No nos mintieron. Contaron lo que pasó y se hicieron cargo", aseguró Haspert.
Además, el testimonio del propio limpiavidrios, inicialmente reacio a hablar, terminó de completar la reconstrucción del hecho. El hombre admitió haberse enojado al quedar sucio y confirmó que hubo una discusión breve en el lugar.
El sistema de vigilancia municipal fue decisivo para identificar al vehículo, su recorrido y a los responsables. "Las cámaras permitieron cerrar el círculo rápidamente. Sin eso, el caso hubiera quedado en el misterio", concluyó Haspert.
Fuente: Medios