El calvario de una neuquina para cobrar la jubilación de su madre postrada
Gladys Figueroa, vecina de Senillosa, perdió las tarjetas bancarias con las que cobra la jubilación de su madre. Lo que parecía un trámite simple se transformó en un recorrido desgastante, que la dejó sin respuestas y al borde de la desesperación.
Desde hace cinco años, Gladys Figueroa, vecina de Senillosa, cuida a su madre, postrada desde el 2020. La semana pasada perdió las tarjetas bancarias con las que cobra la jubilación de ella y se topó con un laberinto burocrático que la llevó por ANSES, PAMI y el Banco Provincia del Neuquén (BPN), sin obtener una solución definitiva.
"Soy la única apoderada de mi mamá. Mis hermanos no pueden reemplazarme y eso me deja sola frente a todos estos organismos", contó en diálogo con medios locales.
Lo que parecía un trámite sencillo terminó convirtiéndose en un calvario. En el BPN le exigieron la carta poder original; en ANSES le pidieron una certificación de firma, que la jueza de Paz tuvo que constatar personalmente en su casa; y luego una boleta de gas a nombre de su madre, algo imposible porque viven en una chacra sin red.
Como alternativa, tuvo que gestionar una constancia en PAMI, que la derivó hasta Plottier en medio de oficinas abarrotadas de adultos mayores. Con ese documento finalmente pudo avanzar en ANSES, pero el alivio duró poco: en el banco le dijeron que la carta poder solo servía para cobrar por ventanilla y que para obtener nuevas tarjetas debía contratar un escribano.
"Mi mamá cobra menos de 850 mil pesos. ¿Cómo pago un escribano? Ya había pasado por una certificación con la jueza. ¿Qué más necesitaban?", cuestionó. La tensión llegó al punto de que la jefa de una sucursal le advirtió que llamaría a la Policía si insistía.
Ante la falta de respuestas, Gladys llegó a considerar trasladar a su madre en un carro tirado por un tractor: "El hospital ya me dijo que no me da ambulancia. ¿Cómo hago sin poner en riesgo su vida? Me hicieron sentir que debo arriesgarla para que el banco la vea".
"Un sistema que no contempla a los más vulnerables"
La vecina reclamó que en pleno 2025 no existan mecanismos para atender a jubilados que no pueden trasladarse: "Hoy todo es digital, pero me obligan a llevar a mi mamá en camilla. El jubilado sano puede ir, pero el postrado queda atrapado en un sistema que no contempla su realidad".
Para ella, la solución debería estar en manos del propio banco: "El BPN tiene que crear un dispositivo para verificar domicilios y asistir en casos así. No se trata de comodidad, sino de dignidad".
Gladys sabe que su caso no es aislado y teme por lo que vendrá: "Cuando lo cuento, muchos empleados me dicen que pasaron lo mismo con sus padres. Entonces, ¿qué hacemos? Yo soy la única apoderada. Si me pasa algo, nadie más puede hacer los trámites. No quiero imaginar qué va a suceder en ese momento. No puede ser que miles de jubilados queden a merced de este sistema sin respuestas", concluyó.
Fuente: Medios