Roblox y los riesgos ocultos: alerta en la Patagonia tras un caso en Cipolletti
Un hombre fue detenido por acosar a un niño de 9 años a través de Roblox. Especialistas advierten que los juegos online pueden convertirse en escenarios de riesgo si no hay supervisión adulta.
La plataforma de videojuegos Roblox volvió a quedar en la mira luego de que en Cipolletti se detuviera a un hombre acusado de acosar a un niño de 9 años con fines sexuales. El caso se suma a otro episodio detectado en Santa Fe y reaviva el debate sobre los riesgos digitales en entornos que se presentan como espacios de juego.
El hecho en la Patagonia ocurrió a mediados de agosto, cuando la familia del niño denunció que un usuario le ofrecía monedas virtuales a cambio de imágenes sexuales. Tras la investigación, se allanó un domicilio en Cipolletti y se secuestraron dispositivos electrónicos que confirmaron el material denunciado.
El hombre quedó detenido e imputado por grooming, un delito previsto en el Código Penal. En paralelo, en la localidad santafesina de Barrancas, varias niñas fueron contactadas en Roblox y luego incorporadas a un grupo de WhatsApp donde circulaba material de abuso sexual infantil. Allí también intervino la Justicia.
Estos casos muestran con crudeza cómo un espacio de entretenimiento puede transformarse en escenario de riesgo si no hay acompañamiento adulto. "No alcanza con decirles a los chicos que no hablen con extraños", advierte Lucía Fainboim, especialista en crianza digital. "Para un niño de 9 o 10 años, desconocido puede ser cualquiera, incluso alguien que se presenta como amigo de un amigo", explica.
Roblox, con más de 100 millones de usuarios mensuales en todo el mundo, concentra una franja etaria muy sensible: chicos y chicas de entre 8 y 12 años. Cuando los padres falsean la edad de sus hijos en los perfiles para habilitar más funciones, muchas veces terminan aumentando los riesgos sin saberlo.
Los especialistas recomiendan posponer lo más posible la entrega del primer celular, usar dispositivos básicos y establecer acuerdos familiares claros, además de recurrir a herramientas de control parental. Y, sobre todo, sostienen que el foco no debe ponerse solo en la tecnología:
"También un club puede ser peligroso si no hay adultos atentos; en internet ocurre lo mismo. No se trata de demonizar las plataformas, sino de acompañar desde el inicio y entender que detrás de un juego pueden esconderse delitos muy graves", finalizó Fainboim.